El prelado argentino será creado cardenal este sábado por el Papa Francisco, cosa que pretenden evitar un grupo de víctimas de abusos de Argentina.
Según cuenta el medio argentino Clarín, una víctima del cura platense Eduardo Lorenzo, el sacerdote que fue acusado de pedofilia y terminó suicidándose, viajó al Vaticano. Lo que busca es evitar que ejerza en uno de los máximos cargos de la Iglesia Católica el ex arzobispo de La Plata, Víctor «Tucho» Fernández, a quien considera un encubridor del sacerdote denunciado por más de cinco chicos que iban a su parroquia.
La víctima que tenía 16 años cuando ocurrieron los abusos, viajó el martes a Roma, vía Ezeiza, acompañado por el abogado Sergio Salinas, de la Red Internacional Contra el Abuso Infantil Eclesiástico ECA (Ending Clergy Abuse) y querellante de las víctimas del Instituto Próvolo.
En la mañana de este jueves, el joven participó de una protesta a metros de la basílica de San Pedro, frente a la Congregación de la Doctrina de la fe, el Dicasterio al que destinó el Papa a Víctor Manuel Fernández para liderarlo.
El abogado Salinas explicó que el viaje de Pérez fue financiado por ECA, entidad que lucha contra el abuso clerical. “Somos unas 30 personas, desde distintos países, que integramos esta red contra los abusos sexuales cometidos por sacerdotes y monjas”, detalló horas antes de participar del escrache a Fernández.
Cuando se hizo público el nombramiento de Víctor Manuel Fernández como prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, él mismo reconoció que pidió al Papa Francisco no tener que dedicarse a la cuestión de los abusos. Tucho escribió que el Papa le facilitó las cosas porque «me dijo que no es necesario que yo dirija los asuntos referidos a abusos de menores, porque hay un equipo de especialistas que lo hace muy bien y que puede trabajar de forma bastante autónoma».
Críticas al arzobispo
Cuando se conoció la muerte de Lorenzo, el entonces arzobispado de La Plata, Víctor «Tucho» Fernández, difundió una comunicación oficial con su firma. «La Comunidad arquidiocesana, ante la muerte de nuestro hermano Eduardo Lorenzo, que se quitó la vida después de largos meses de enorme tensión y sufrimiento, solamente nos cabe unirnos en oración por él para que el Dios de la vida lo reciba en el amor infinito”.
«El mismo Señor nos ayudará a comprender algo en medio de este misterio oscuro, y nos enseñará algo aún a través de este dolor», concluyó Fernández.
A los pocos días del suicidio del cura, quien se enfrentaba a una pena a 25 años en prisión, el arzobispo platense convocó a una misa de despedida de Lorenzo, en la iglesia Inmaculada Madre de Dios, de Gonnet, donde se hizo el responso.
Enterados, los familiares de las víctimas, realizaron una protesta por la actitud tomada por la máxima autoridad de la arquidiócesis de La Plata, cuenta el medio Clarín.