Nuestra Comunidad de Lanceros también ha estado en la JMJ de Lisboa. La conclusión a la que hemos llegado ha sido unánime. La JMJ vive de rentas. Nadie duda que el éxito de la fórmula se debe a nuestro recordado san Juan Pablo II.
Lo único que ha hecho el Papa Francisco es aprovechar el tirón y en, cierto aspecto, darle su tono personal que no siempre la mejora. No hay más que ver los discursos que ha pronunciado. Por más que achaque la improvisación en varios de ellos a sus problemas con la vista, sus intervenciones además de repetitivas han sido de muy escaso nivel. Un párroco medio de cualquier diócesis media española es capaz de improvisar una homilía de mayor nivel, de mayor hondura teológica, que las del Papa. ¿Es necesario recordar los mensajes de san Juan Pablo II o de Benedico XVI en las JMJ? Lo más importante que ha dicho es eso de “No tengáis miedo”. Para este viaje no se necesitaban esas alforjas.
Dejemos a un lado los problemas organizativos, sobre todo en las catequesis en las que se ha oído de todo. Más que catequesis parecían reuniones de grupos juveniles parroquiales. Dependía mucho de quién las organizaba y de quién fuere el obispo que las presidía. Catequesis que fueron aprovechadas para seguir inoculando algunos virus, dedicadas teóricamente a la ecología integral, la amistad social y la misericordia. Conste nuestro máximo respeto para las personas homosexuales como personas. Hubo quienes aprovecharon las catequesis para la normalización eclesial de la homosexualidad, sin el más mínimo juicio moral. ¿No nos creen?
Disfruten lo que la revista “Vida Nueva”, boletín oficioso del movimiento de gays y lesbianas cristianos de España, ha escrito:
“Lisboa: la primera JMJ con presencia oficial de la comunidad cristiana LGTBI. La Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa es la primera de las organizadas en estos encuentros mundiales católicos que ha contado con un ‘Centro Arcoiris’, un espacio de acogida y reflexión promovido por Global Network of Rainbow Catholics, para la acogida y reflexión sobre las comunidad cristiana LGTBI. A lo largo de estas jornadas, se han celebrado eucaristías, coloquios y sesiones formativas. Entre otros ponentes han participado el jesuita norteamericano James Martin, conocido por su labor de acompañamiento al colectivo y que participará con voz y voto en el próximo Sínodo de la Sinodalidad convocado por el papa Francisco.
Crismhom, la comunidad cristiana LGTBI+H de Madrid, se ha hecho presente en la JMJ y en el Centro Arcoiris a través de cuatro jóvenes: Jonás, Julián, Guillermo y Juan. Para Jonás Candaosa, presidente de Crismhom, “es un avance tremendo que se haya reconocido la presencia de la comunidad en la JMJ”.
Pero, más allá de lo institucional, Candaosa subraya la acogida de los peregrinos: “La experiencia es buenísima. En los grupos de reflexión de las catequesis hemos compartido con naturalidad nuestra realidad y hemos sentido el interés y apoyo de los jóvenes”. En esta misma línea, el presidente de la plataforma madrileña se muestra animado en tanto que “no notamos a la gente sorprendida cuando hablamos de nuestro acompañamiento pastoral, sino que lo asumen con normalidad””.
Diego Lanzas