Christophe Flipo, que dejó la masonería tras su conversión al catolicismo, habla en una entrevista para el National Catholic Register de su camino personal y de la incompatibilidad intrínseca entre el compromiso masónico y la fe cristiana.
En 2011, Flipo y su esposa se convirtieron al catolicismo durante una visita al famoso santuario de Notre-Dame de Rocamadour en el sur de Francia dejando atrás 25 años al servicio de la masonería.
Flipo narra como tras convertirse al catolicismo le costó tres años discernir y comprender su incompatibilidad con la masonería «porque cuando empiezas, te hacen jurar sobre la Biblia, hablando del “Gran Arquitecto del Universo, que creó el mundo”. Esto evoca la primera oración del Credo, por lo que un cristiano puede relacionarse con ella», explica.
«Poco a poco, los ritos de paso comienzan a banalizar la luz divina: ya no es la de Cristo; se convierte en la de los druidas, los griegos, la alquimia, a veces incluso la tradición egipcia. Empezamos a mezclar las cosas. Incluso se inventaron paralelos entre los Doce Trabajos de Hércules y las Doce Tribus de Israel y otras tonterías similares», asegura el entrevistado.
Christophe Flipo subraya que «el objetivo es la transformación de la persona que realiza la transformación. Es una búsqueda de la omnipotencia, una omnipotencia sin Dios ni religión». «Eso es lo perverso, y se necesita tiempo para entenderlo, ya que, al principio, estamos felices de ser seleccionados, porque halaga el ego. Para mí, el principal problema es que eres inconsistente cuando eres cristiano y masón. Y el segundo problema es que se va a banalizar la fe», argumenta.
Es por ello, que el ex masón francés insiste en remarcar que «si eres cristiano y crees en la verdad del Evangelio, no tienes por qué interesarte por los misteriosos ritos griegos o egipcios, o por la alquimia, que va totalmente en contra de la fe cristiana».
«Por eso les digo a mis hermanos cristianos masones: sean consecuentes, cristianos; relee los textos y enfréntate a la fe del Evangelio y de Cristo. Por cierto, la primera frase que dice Jesús en el Evangelio de San Juan, cuando se vuelve hacia sus dos discípulos que lo siguen, es: “¿Qué buscáis?”. Esa es la clave. Cuando eres masón, tienes que preguntarte: «¿Qué estás buscando, masón?» Están en una búsqueda. Si eres cristiano, has encontrado la luz. Entonces, ¿qué estás buscando en las religiones de misterio de Egipto, en la resurrección de Osiris?», declara en la entrevista.
Por último, Flipo recuerda que «no tiene ningún sentido que un sacerdote haga eso. Jesús dijo, “Que tu ‘Sí’ signifique ‘Sí’ y tu ‘No’ signifique ‘No’. Cualquier otra cosa es del maligno.” Esto excluye los extraños y enrevesados juramentos a la masonería que nos sumergen en la oscuridad. Recordemos que, por definición, el Evangelio es la Buena Noticia, la Luz que debemos ir y proclamar al mundo».