Pekín se inventa una diócesis y Roma “toma nota”

Pekín se inventa una diócesis y Roma “toma nota”

El Vaticano reacciona “tomando nota” a la elevación al episcopado unilateral por parte del gobierno chino de un obispo a una diócesis que Roma no ha creado, a poco de una renovación de los pactos secretos que Parolin ha celebrado con gran regocijo.

Frente al escándalo de permitir que un gobierno, el chino, oficialmente ateo, nombre obispos de la Iglesia Católica, se nos aseguró que no era más que un “derecho de presentación”, y que Roma tenía la sartén por el mango y la última palabra. Pero la realidad es muy distinta.

Lo cierto es que el gobierno chino hace y deshace a su antojo en la Iglesia china, para desesperación de los fieles de la Iglesia clandestina, que ven cómo la práctica de su fe la definen cada vez más los jerarcas de un gobierno comunista hostil, con la complicidad pasiva del Vaticano.

Lo último ha sido especialmente bochornoso para la Santa Sede, la elevación de Peng Weizhao como obispo auxiliar de Jiangxi, una diócesis que Roma no reconoce. Pero ya es tarde para que el Vaticano, que ha apostado demasiado fuerte por sus relaciones con China (aunque no sepamos muy bien a cambio de qué), dé marcha atrás.

Por eso la reacción oficial de Roma no ha podido ser más patética, una desabrido “que no se vuelva a repetir” sin nada con que respaldarlo. Porque se volverá a repetir y se irá aún más lejos, viendo los síntomas de debilidad terminal que muestra la cúpula eclesial ante los desmanes de los comunistas chinos.

Así, la nota publicada por el Vaticano reza:

“La Santa Sede ha tomado nota con sorpresa y pesar de la noticia de la «ceremonia de instalación», que tuvo lugar el 24 c.m. en Nanchang, por S.E. Monseñor Giovanni Peng Weizhao, Obispo de Yujiang (Provincia de Jiangxi), como «Obispo Auxiliar de Jiangxi», diócesis no reconocida por la Santa Sede.

De hecho, este evento no se produjo de acuerdo con el espíritu de diálogo existente entre la parte vaticana y la parte china y con lo estipulado en el Acuerdo provisional sobre el nombramiento de obispos, de fecha 22 de septiembre de 2018.
Además, el reconocimiento civil de Monseñor Peng estuvo precedido, según las noticias recibidas, por una larga y fuerte presión por parte de las autoridades locales.

La Santa Sede espera que no se repitan episodios similares, espera comunicaciones oportunas al respecto por parte de las Autoridades y reafirma su plena disponibilidad para continuar el diálogo respetuoso sobre todos los temas de interés común”.

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