Tras el escándalo que ha causado el nombramiento de abortistas confesos como miembros de la Academia Pontificia para la Vida, su presidente, el arzobispo Vincenzo Paglia, recién recibido en audiencia por el Papa, ha enviado una nota de prensa defendiendo sus decisiones.
A los miembros de la Academia, fundada por San Juan Pablo II para luchar contra la Cultura de la Muerte, se les elige ahora para contribuir a «un fructífero diálogo interdisciplinario, intercultural e interreligioso», ha declarado Paglia en una nota en la que se defiende de las acusaciones tras conocerse el nombramiento de abortistas y ateos como miembros de la institución.
“Por eso también hay no católicos entre los académicos: dos rabinos, un académico sintoísta, musulmanes, un teólogo anglicano”, explica la nota.
Porque la academia, al menos bajo el pontificado de Francisco, se considera un mero «órgano de estudio e investigación», que fomenta el debate y el diálogo «entre personas de diferentes orígenes».
El comunicado agrega que Francesco ha designado a los miembros de la academia -incluyendo a la abortista atea Mariana Mazzucato-, quienes luego pasan el proceso de selección sin ninguna señal de advertencia. En los estatutos de la academia (2916), se eliminó el requisito de que los miembros sean pro-vida, pero los miembros todavía tienen que aceptar «la enseñanza de la Iglesia».
Mientras, el Papa ha recibido en audiencia a Paglia, lo que recoge la propia página de la academia en Internet en la que se sugiere que el encuentro ha supuesto un decidido espaldarazo papal a los nuevos nombramientos.
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