Padre Boulad: «El Papa parece ignorar la historia del Islam»

Padre Boulad: «El Papa parece ignorar la historia del Islam»

En vísperas de su visita a Emiratos Árabes, el Papa ha reafirmado su anhelo de tender puentes con el Islam. Pero, ¿es su visión de la fe de Mahoma «demasiado ingenua y angelical»? Es lo que teme el jesuita melquita Henri Boulad, quien en declaraciones al National Catholic Register teme que la falta de realismo arruine una gran oportunidad.

 

En el videomensaje dirigido a los anfitriones de su inminente visita a los Emiratos Árabes, el Papa ha expresado vehemente su deseo de que la ocasión, la primera vez que un pontífice romano pisa suelo en la Península Árabiga, sirva para escribir «una nueva página de la historia de las relaciones entre las religiones, que confirma que somos hermanos aunque seamos diferentes».

La oportunidad, reconoce el padre Henri Boulad en declaraciones al veterano vaticanista Edward Pentin, es magnífica para avanzar en las relaciones entre el catolicismo y el islam, pero solo si se parte de una visión realista de la religión musulmana.

Boulad, de 85 años, sabe de lo que habla. Nativo de egipto y padre jesuita del rito melquita griego, pariente del erudito Samir Khalil Samir, Boulad es experto en el Islam y ha escrito una treintena de libros traducidos a quince idiomas. Y teme que la visión que presenta Francisco cuando habla del Islam sea «con mucho, demasiado ingenua y angelical».

En 2017, Boulad ya alertó en una carta personal a Su Santidad del peligro de esta actitud ingenua. En ella advertía a Francisco que la Iglesia no debe defender al Islam «a toda costa», y que es equívoco pretender que su fe no tenga absolutamente nada que ver con «los horrores que se cometen cada día en su nombre», a riesgo de «traicionar la verdad». De hecho, el padre melquita recuerda que los propios terroristas islámicos tienen buenas razones para creer que están siguiendo fielmente las enseñanzas del Corán al perpetras sus atentados.

Boulad sostenía en la misiva que, en sus relaciones con el Islam, la Iglesia ha sucumbido a una «ideología liberal de izquierdas que está destruyendo Occidente» con el pretexto de «apertura, tolerancia y caridad cristiana». Y termina: «Los cristianos esperan de usted algo más que declaraciones vagas e inocuas que pueden oscurecer la verdad».

Sin embargo, la oportunidad que abre esta visita existe, es real, una ocasión para emprender un diálogo fructífero. Emiratos Árabes es un país abierto, lo que le permite «desempeñar un papel clave para asentar las bases de una paz duradera». Pero para ello, dice Boulad, encontrar «una base común de valores y principios en los que todos podamos estar de acuerdo».

El Papa perdería esta ocasión de oro, cree el sacerdote, si se abstiene de tocar ‘temas espinosos’ como la pena de muerte por apostasía, la condición de inferioridad legal y social de ‘infieles’ y mujeres y -por referirnos a un asunto tan caro al Santo Padre-, la necesidad de que los riquísimos Estados del Golfo acepten su parte de responsabilidad en la suerte de sus correligionarios que huyen de guerras y persecuciones.

Boulad ve una oportunidad real y no deja de llamar la atención sobre indicios positivos en este sentido que podrían abrir una nueva era en la relación entre ambas religiones, como el hecho de que Qatar financie la construcción de una iglesia maronita o que vayan a abrirse catedrales en Baréin y Abu Dabi.

Pero, al mismo tiempo, cree que la actitud de Francisco no ha ayudado en nada a que avance esta relación porque no ha cambiado en nada su visión «angelical» del Islam. «La migración masiva hacia Europa, principalmente desde países musulmanes, que el Papa apoya, revela que pasa por alto los graves problemas sociales que acarreará:  la no integración/asimilación de musulmanes en los países anfitriones, las incompatibilidades del Islam con los derechos humanos, la libertad y la igualdad, por no hablar de las contradicciones en las declaraciones del Papa», asegura el padre melquita.

¿A qué contradicciones se refiere? Lo aclara: «Por una parte, pide a los países de acogida que respeten la cultura de los inmigrantes, su visión del mundo y sus tradiciones. Por otra, pide a los musulmanes que se integren y respeten las leyes del país que les acoge. Es dificilísimo reconciliar estas posturas contrarias, ya que los musulmanes consideran que la Sharia o ley islámica está por encima de las leyes de los países europeos laicos».

Históricamente, subraya Boulad, ha sucedido lo contrario: es el Islam el que fuerza la integración de otros pueblos, elimina sus culturas y los somete, sino se convierten, a una condición de ciudadanos de segunda. «El Papa parece ignorar la historia de las conquistas musulmanas y los problemas sociales que plantea el Islam político», concluye. «Esto pone en peligro las identidades europeas, sus tradiciones y sus raíces judeocristianas».

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