En estos días en redes sociales hay muchas conversaciones que están polarizadas. Antes de pensar en debatir con alguien, debemos pensar que no hay tiempo para todo y no todo debate merece la pena.
¿Qué debates merece la pena tener?
Fundamentalmente hay sólo dos situaciones en las que merece la pena debatir con alguien.
- En primer lugar, cuando encuentras una persona honesta, realmente dispuesta a cambiar su forma de parecer gracias a una sólida argumentación. Doy por supuesto que tú también estás dispuesto a cambiar tu forma de parecer si los argumentos en contra que te van presentando son sólidos.
- En segundo lugar, puede ser relevante debatir con alguien que piensa muy distinto a ti, aunque no pertenezca a la categoría descrita en el párrafo anterior, cuando hay una audiencia.
Y encontrarse delante de una audiencia puede darse, no sólo en un medio de comunicación, sino también en las redes sociales. En este caso, el objetivo del debate no es convencer a la persona con quien debates, sino a personas en la audiencia. Y para ello lo que debes hacer es refutar los argumentos de la persona con quien debates del modo más sólido posible.
Otro punto relevante es:
¿Cómo distinguir si una persona está dispuesta a debatir honestamente?
No hay reglas exactas, pero éstas pueden consituir una buena aproximación:
- Si tras acorralarlo con argumentos, dice que tu análisis es absurdo, o que es una patraña, pero no justifica por qué, o te insulta , entonces está indoctrinado o tiene el cerebro lavado.
- Si tras acorralarlo con argumentos, cambia de tema, entonces es de los que prefiere mentir antes de salirse de las consignas de su partido o de su ideología.
- Por último, si es alguien que es capaz de replantear con exactitud tu punto de vista, es una persona que muestra honestidad y con quien será seguro interesante debatir.
