Esta Santa Oficina ha constatado el desconcierto que ha provocado el levantamiento tácito de la sanción de suspensión «a divinis» a la FSSPX, como puede verse en la interesante discusión en el blog de la Cigüeña de la Torre.
Como el asunto es demasiado complicado desde el punto de vista canónico y teológico, os otorgamos amplia libertad de discusión.
Solamente deseamos añadir que no se puede argumentar solamente sobre la base de los datos vigentes antes del Año de la Misericordia.
También he recibido la noticia, de parte de gente cercana a la FSSPX, de que cuentan con la autorización expresa de Roma para ordenar sacerdotes. Y, aunque no hubiera sido expresa, una vez que pueden absolverse en Confesión unos a otros… es evidente que no pueden estar cometiendo pecados mortales cada vez que ordenan sacerdotes.
La suspensión «a divinis» ha sido tácitamente levantada por el Papa Francisco en persona, en el mismo momento en que les concedió facultades para oír confesiones de todos los fieles (incluidos ellos mismos).
Hay otra interpretación posible, que no quiero compartir ahora con vosotros, por lo escandalosa que resulta. Pero me extraña que tantos católicos preocupados por la ortodoxia del Santo Padre no hayan advertido esta otra posibilidad.
Si las cosas se confunden más todavía, tendré que llamar a Mons. Keine Idee o, in extremis, al Tonto del Pueblo.