Hay que ver lo que ha aprendido este secretario y portavoz en no mucho tiempo. De caballo o elefante en cacharrería ha pasado en pocos meses a asumir normalmente su papel. Que no es el de protagonista sino de portavoz de los protagonistas.
Ahora leo unas declaraciones suyas de las que él, no yo, es el administrador. No voy a llamarle al teléfono, creo que es muy posible que se me pusiera, lo digo en honor suyo, para contrastar lo que en ellas se dice. Eso es cosa suya y no mía.
Ya digo que me parecen prudentes y aceptables. Apunta, sin embargo, un hecho posible, y además temible, en mi opinión, del que algo puede saber por razón de cargo y de colaboración normalísima entre presidente y secretario. Y es la repetición de Blázquez en la presidencia de la CEE. Para un tercer mandato.
Las elecciones para renovar la cúpula de la Conferencia Episcopal Española tendrán lugar en marzo de 2017. En febrero si se adelantan mucho o en abril si se retrasan. Y Ricardo Blázquez presentará su renuncia a la archidiócesis de Valladolid el 13 de abril de 2017. Podemos decir que ya. Estamos a menos de cuatro meses de su carta al Papa ofreciendo la marcha de Valladolid.
Claro que Roma, que le hizo cardenal con asombro de no pocos, podría echarle una mano declarando que le mantendría en Valladolid tres años más. No es lo habitual pero en ocasiones se ha hecho algo parecido. En España, por ejemplo, en su día, con el cardenal Carles, arzobispo de Barcelona. Pero si eso no ocurriera no lo iba a tener fácil estando ya superamortizado. Por valor intrínseco y por el demostrado en el ejercicio. Que ambas líneas tienden a cero.
De las palabras del secretario portavoz, ciertamente muy discretas aunque sin duda dignas de crédito, parece conjeturarse que la reelección le gustaría a Blázquez más que una tiza a un tonto. Y no se me ocurre llamar tiza a la presidencia de la CEE. En lo otro no entro.
Pero con eso llegamos a algo importante que va ocurrir necesariamente al final del invierno o a comienzos de la primavera del 2017 que nos llega. Un nuevo presidente de la CEE. Cosa que importancia sí tiene. O debería tener.
Pienso que de momento los votos están muy divididos y que nadie tiene hoy la mayoría necesaria. Y tampoco hay mucha alternativa conciliadora de votos. Esa sería la chance de Blázquez. Pero siendo su cortedad tanta y tan conocida pues es posible que ya ni le vote su auxiliar. Aunque no sea descartable la opción dontancredista.
Pienso que de entrada los votos van a estar entre un arzobispo y un obispo. Después Dios y los obispos dirán. Pero complicadillo sí parece.
Gil Tamayo, prudentito
Ayuda a Infovaticana a seguir informando