Carlos Castillo, desenmascarado

Carlos Castillo, arzobispo de Lima

Lima: El Cardenal del caos, la monja silenciada y la universidad blasfema

Acusaciones de encubrimiento, favoritismo clerical, colapso administrativo y complicidad con la ideología de género: el balance del gobierno del cardenal Carlos Castillo Mattasoglio en Lima es un compendio de escándalos. La exhaustiva investigación de The Pillar documenta un caso concreto de abuso encubierto contra una monja, pero también revela un patrón mucho más amplio de corrupción, desprotección de las víctimas y colapso pastoral en la sede primada del Perú.

Una religiosa abusada y revictimizada por la arquidiócesis

Una monja contemplativa denunció que el sacerdote Nilton Zárate Rengifo, muy cercano al cardenal Castillo, la manipuló y acosó sexualmente durante años mientras ejercía como su director espiritual y confesor, incurriendo presuntamente en el delito canónico de absolución del cómplice. La víctima sufre un trastorno límite de la personalidad, hecho conocido por el sacerdote antes de iniciar la dirección espiritual.

El testimonio es estremecedor: besos, abrazos exigidos, lenguaje íntimo («mi niña»), control obsesivo de su vida, masturbaciones narradas por teléfono y exigencias de fotos íntimas. Cuando finalmente denunció los hechos en 2020, la arquidiócesis respondió con una investigación que consistió en un interrogatorio humillante y manipulador a cargo del vicario judicial Jorge López y otro sacerdote.

Un testigo sacerdotal declaró a The Pillar que el interrogatorio fue impositivo, irrespetuoso y carente de sensibilidad, que las palabras de la monja fueron alteradas deliberadamente y que fue presionada a firmar un acta que no reflejaba su declaración real. Desde entonces, nunca recibió notificación formal del resultado. En 2023, se le comunicó verbalmente que el caso había sido archivado. Así fue silenciada.

Protección a Zárate y amigos del cardenal

El sacerdote denunciado, Nilton Zárate, continuaba en el ministerio al menos hasta marzo de 2024. El abogado canónico de la monja acusa que no se investigaron los delitos más graves y que Zárate fue protegido por su cercanía personal con el cardenal Castillo.

No es un caso aislado. Varios sacerdotes han denunciado que amigos de Castillo acusados de conducta sexual o financiera indebida son premiados con cargos, becas o parroquias, mientras que clérigos conservadores o cercanos al cardenal Cipriani son dejados sin destino pastoral, sin ingresos y obligados a sobrevivir gracias a la caridad. La Casa del Clero es descrita como la Siberia de Lima.

Colapso institucional: justicia y economía en ruinas

La vicaría judicial ha sido desmantelada: Castillo destituyó a casi todos los jueces designados por su predecesor, interrumpió investigaciones y cerró la vicaría durante un mes tras la dimisión de su último nombrado, el obispo Salaverry.

La situación financiera es igualmente caótica. Según datos de The Pillar, el número de empleados se multiplicó por cuatro sin justificación aparente. Directores de escuelas parroquiales pasaron de cobrar 700 dólares a más de 4.000, y las ayudas a alumnos pobres y comedores gratuitos han desaparecido. Las escuelas ahora promueven la ideología de género, según varias fuentes. Nadie sabe qué ha sido del dinero heredado en buen estado tras la era Cipriani.

Una universidad contra la fe católica

La Pontificia Universidad Católica del Perú, bajo el ala de Castillo, es descrita como el think tank de la izquierda progresista peruana. Se celebran desde hace años semanas de la homosexualidad, talleres sobre aborto con misoprostol, seminarios de diversidad, y se enseñan doctrinas abiertamente contrarias a la fe: negación del infierno, de la transubstanciación, relativización del aborto, y burla de los dogmas de la Iglesia.

En enero de 2025, la universidad promovió una obra llamada María Maricón, con un cartel blasfemo que mostraba a un hombre travestido de Virgen María. La obra fue cancelada por el Ministerio de Cultura por su carácter ofensivo. Castillo defendió la obra, criticando la censura y calificando la universidad como espacio de discernimiento crítico. Fuentes aseguran que intervino personalmente para que la obra se estrenara con otro título.

Un cardenal en retirada… con demasiados cadáveres bajo la alfombra

Castillo cumplió 75 años en febrero y ha presentado su renuncia. Aunque tras el cónclave intentó hacerse ver como cercano al nuevo papa León XIV, fuentes peruanas afirman que todo es mentira y que Castillo nunca toleró al entonces obispo Prevost. Incluso habría viajado a Roma para denunciarlo falsamente como encubridor.

El Papa León sabe quién es Castillo y tiene una idea de lo que está pasando en Lima, dice un sacerdote a The Pillar, así que no creo que le lleve mucho tiempo encontrar un sucesor

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Fuente: The Pillar, 30 de junio de 2025. Investigación de Edgar Beltrán.