El cardenal Vinko Puljić, arzobispo emérito de Vrhbosna, subrayó que el fallecido Papa Francisco mostró siempre un afecto especial por las regiones periféricas de la Iglesia y por los más marginados, y consideró que será el tiempo quien revele el verdadero alcance de los cambios que impulsó durante su pontificado.
En entrevistas concedidas a Radio-Televisión Herceg-Bosna y al diario Večernji List de Bosnia y Herzegovina, el cardenal confirmó que no tiene previsto viajar a Roma para participar en las exequias del Papa ni en el cónclave que elegirá a su sucesor, debido a su delicado estado de salud. Sin embargo, dejó abierta la posibilidad de cambiar de opinión si el Vaticano le hace una petición expresa.
«Mi salud no me permite asistir a un tercer cónclave. Los médicos no me lo aconsejan y no creo que pueda resistir físicamente. No iré a Roma, salvo que el Vaticano me lo solicite expresamente. He aprendido a escuchar», explicó Puljić. Expertos vaticanistas consideran que la baja del purpurado bosnio supondrá un voto menos favorable al bloque conservador.
Un nuevo Papa sin favorito claro
Ante la pregunta sobre posibles candidatos al papado, el cardenal afirmó que actualmente no hay un favorito evidente dentro del Colegio Cardenalicio.
«Todos los cardenales son potenciales candidatos. Los medios tienen sus propios favoritos, pero en realidad no hay uno claro», señaló Puljić, quien formó parte del cónclave que eligió a Francisco.
El cardenal también recordó la sensibilidad del Papa hacia Bosnia y Herzegovina, país al que visitó en 2015 tras aceptar con rapidez su invitación. «Sentía un vínculo con este país herido. Esa visita fue profundamente emotiva», comentó.
Reflexiones sobre el pontificado de Francisco
Al reflexionar sobre los 13 años de pontificado de Francisco, Puljić observó que el Papa prefería consultar con un pequeño grupo de cardenales, en lugar de convocar al conjunto del Colegio Cardenalicio. Según él, esto limitó la información que llegaba al Santo Padre.
«Cuando lo vi en persona, le dije directamente algunas cosas. Me sorprendió su humildad al escucharlas. Era esencial hablarle con franqueza», relató el cardenal.
También señaló que la perspectiva latinoamericana de Francisco aportó una mirada distinta a la gestión del Vaticano, distinta de la tradición europea. «Aún está por verse la verdadera profundidad de los cambios que impulsó. Hay cosas valiosas, aunque no todas lograron integrarse plenamente. Me parece que quienes lo asesoraban no siempre estaban bien informados ni fueron lo suficientemente abiertos. Es crucial que el Papa reciba la información de forma directa», concluyó Puljić.
