Hay novedades en el caso de un funcionario católico del Parlamento de Sevilla que denunció haber sufrido acoso por parte de un compañero (ex concejal del Partido Andalucista) por promover la instalación de un Belén de Navidad.
Según informó El Debate y OkDiario, el trabajador manifestó haber recibido amenazas e insultos por poner un pesebre en el lugar de trabajo en su departamento. Ahora, nuevas informaciones aportan detalles que ponen el foco en las consecuencias internas del conflicto.
«Me sentí amenazado por mi condición católica. Hubo compañeros, muy de izquierda, que empezaron a protestar quejándose de que el dinero fuese a parar a la colocación de este Belén. Yo en un momento dado dije que ‘Cristo siempre gana’, y a partir de ahí, esa persona me amenazó: ‘a ver si acabáis como en Paracuellos’», declaró a El Debate.
La víctima identificado como J.A., ha declarado a InfoVaticana que está valorando adelantar «una excedencia ante la situación interna» que padece con sus compañeros izquierdistas.
J.A ha confirmado a este medio que el acosador se ha visto obligado a pedir perdón «por las consecuencias de salir en prensa, una denuncia interpuesta, más ser llamado la atención a nivel laboral». En cambio, denuncia que a día de hoy «no da importancia a las víctimas de Paracuellos, ni ha pedido perdón por el genocidio a mártires cristianos». De hecho, lo consideró un comentario sin trascendencia.
Por otro lado, el trabajador acosado que podría ser víctima de odio por sus creencias religiosas, ha valorado retirar la denuncia, para que su familia pueda descansar en paz y que no tengan que pagar las consecuencias de sus actos. A pesar de este gesto de buena voluntad, vuelve a quedar de manifiesto que son siempre los mismos los que tienen sed de venganza y afloran su odio guerracivilista.
El caso ha suscitado un amplio debate sobre la libertad religiosa y el respeto en el ámbito laboral. «No se trata solo de defender una tradición como el Belén, sino de garantizar que los católicos puedan expresar su fe sin miedo a represalias. La hostilidad que he vivido es una muestra de cómo el laicismo mal entendido está excluyendo valores esenciales de nuestra sociedad», concluyó J.A. en sus declaraciones a El Debate y otros medios.