Monseñor Luis Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal Española, ha sido el encargado de inaugurar la 126º Asamblea Plenaria con un discurso claro y contundente de los que hace tiempo que no se escuchaba en Añastro.
El presidente de la CEE ha pronunciado un discurso que no ha dejado a nadie indiferente por la cantidad de temas que ha tocado y por los planteamientos defendidos. Monseñor Argüello no ha tenido problema esta mañana en hablar sobre cuestiones controvertidas como el aborto, el matrimonio, el divorcio, inmigración y esos supuestos derechos que siguen avanzando en nuestro país.
Sin duda alguna el protagonismo del discurso del arzobispo de Valladolid se lo ha llevado la situación social y política que atraviesa España. Argüello ha centrado su análisis en cuatro temas: demografía, vivienda, trabajo y situación política.
En su discurso, el presidente de la CEE ha lamentado que en España continúa la tendencia a la baja del número de nacimientos y ha criticado que en este tiempo de mantenga la escalofriante cifra de 100.000 abortos en España. «El número de hijos abortados representa casi el 40 % del déficit demográfico español«, ha afirmado Argüello.
También ha hecho mención a la disminución del número de matrimonios en España y ha recalcado que «el 40 % de los matrimonios no tiene hijos y la mitad de las parejas de hecho tampoco». Además, ha especificado que en España «cuatro de cada cinco matrimonios son civiles» y que «el número de divorcios sigue aumentando«.
Argüello ha criticado que «diversos medios de comunicación no solo no promocionan el matrimonio la familia, sino que atacan y denigran a la institución y plantean modelos alternativos como única opción «liberadora»».
En el apartado demográfico, una de las reflexiones más contundentes que ha dejado el arzobispo de Valladolid ha sido esta: «Ha calado en nuestra sociedad un mensaje: «tener niños no es buena idea». Los argumentos que envuelven esta propuesta están, a veces, centrados en la economía, «tener hijos es muy caro» o en la ideología de género, «los hijos son un lastre para la plena realización de la mujer»; en ocasiones se ha llegado a poner como excusa el cambio climático, «los niños son malos para el planeta porque consumen muchos recursos»; y de forma más implícita, pero muy decisiva, en lo que tiene que ver con el estilo de vida, el ocio y el negocio, «de lunes a viernes tener hijos limita tus posibilidades de promoción laboral y profesional y en el fin de semana, tus oportunidades de viajar y salir de fiesta»».
Monseñor Argüello no ha dejado pasar la oportunidad de afirmar que «la problemática familiar no solo no es abordada, sino que desde el Estado se promueven medidas y legislaciones que agravan dichos problemas. España es el farolillo rojo en políticas familiares de protección de la familia y promoción de la natalidad».
La problemática de la vivienda en España
El tema de la vivienda es uno de los que lleva mucho tiempo encima de la mesa y en el debate público debido a la escasa oferta y los altos precios especialmente en las grandes ciudades.
El presidente de la Conferencia Episcopal ha reiterado en su discurso que «para muchas personas la vivienda, alquilada o en propiedad, supone un gasto inasumible y dificulta la vida familiar y social de muchos conciudadanos».
Argüello también ha hecho mención a la grave problemática que hay en España con la «okupación» y que afecta a unas 16.000 viviendas en toda España.
Sobre el trabajo, Luis Argüello ha subrayado que «hay un estilo de vida y unas expectativas en nuestra sociedad, especialmente entre los candidatos más jóvenes al empleo, que hace que se rechacen muchos puestos de trabajo».
Inmigración, multiculturalismo y defensa de las fronteras
Respecto a la cuestión migratoria, monseñor Argüello ha reconocido que la presencia de los inmigrantes «es controvertida y paradójica».
Según el arzobispo de Valladolid, gracias a los hijos de los inmigrantes «se mantienen escuelas que sin ellos cerrarían, pero la sanidad y los servicios sociales experimentan límites«. Aun así, el prelado vallisoletano reconoce abiertamente que «a veces, se generan guetos y se pone de manifiesto la dificultad real del multiculturalismo«.
Monseñor Luis Argüello ha insistido en que «la Iglesia anima a abordar las causas que obligan a salir de la propia tierra, afirmando el derecho a no emigrar, a combatir a las organizaciones que trafican con los emigrantes y su necesidad imperiosa de cruzar los mares o atravesar desiertos; también a las organizaciones que, en los países de llegada, aprovechan la necesidad de sobrevivir o de realizar diversas gestiones; el precio entonces es diverso: prostitución, tráficos clandestinos o préstamos usurarios». Asimismo, el presidente del episcopado español ha remarcado que «la Iglesia reconoce el derecho de los Estados de regular los flujos migratorios» pero desde «la dignidad y la fraternidad» que pasa por «acoger, proteger, promover e integrar» a los que llegan.
‘Palo’ indirecto a PP y PSOE
Sobre la situación política en España, el presidente de los obispos españoles ha asegurado que «en el mundo, dicen los analistas, hay un «déficit» creciente de vida democrática, caracterizado por la falta de encuentro y de diálogo, que quedan anulados por la dialéctica populista y polarizada, en un clima cultural de posverdad».
En este sentido, Luis Argüello ha recordado en su discurso que «el papa Francisco propuso al presidente Sánchez el 24 de octubre de 20204: hacer progresar el país (territorio del mercado y del estado de bienestar), consolidar la nación (organismo de leyes, de modos de proceder, de hábitos) y hacer crecer la patria (raíz y aliento común recibido de los mayores que ha de ser entregado a la siguiente generación) donde no es permitido el borrón y cuenta nueva».
Monseñor Argüello ha pedido a la clase política que renuncien «a la posverdad que legitima la mentira como instrumento político y, por otra, dar la vuelta a la tortilla de una cultura que favorece el individualismo del «derecho a tener derechos»».
Como gran reflexión, el arzobispo de Valladolid ha dejado claro que «ni el Estado ni el mercado pueden salvarnos, aunque en el último tramo del tiempo moderno se hayan presentado como salvadores que pueden cumplir lo que prometen».
De modo indirecto, el presidente de la Conferencia Episcopal Española ha dejado un recado a socialistas y populares. Luis Argüello ha criticado a «los partidos autodenominados progresistas, críticos del sistema económico dominante» por promover y defender «antropologías radicalmente insolidarias en el campo de la vida, los afectos y el «empoderamiento» de identidades parciales y desvinculadas, lo que les hace abandonar de facto una propuesta de verdadera innovación económica y social».
Tras esa crítica evidente a PSOE y Sumar, el arzobispo de Valladolid también se ha dirigido al PP al hablar de «los partidos que se resisten a ser denominados conservadores y que, aun con la boca pequeña algunos, dicen defender vida, familia y subjetividad de la sociedad, promueven y defienden un sistema económico y una manera de ejercer la política que promueve la misma práctica antropológica que sus adversarios políticos promueven sin complejos«.
En estos claros y contundentes términos es como se ha pronunciado monseñor Luis Argüello en la mañana de este lunes en la inauguración de la 126º Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española.