El cardenal Gerhard Müller, ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, no ha ocultado su alegría por la victoria de Donal Trump en Estados Unidos en detrimento de Kamala Harris.
En una entrevista concedida al medio italiano Il Tempo, el purpurado alemán reconoce que no le ha sorprendido el apoyo mayoritario de los católicos a Trump. «Para mí estaba claro que la posición sobre cuestiones éticas sería decisiva para el electorado católico porque Kamala Harris era una candidata fuertemente antivida. El criterio recomendado sigue siendo el de votar a los políticos provida», ha declarado Müller.
El cardenal germano no ha dudado en tachar como «negativa» la etapa del ‘católico’ Joe Biden durante estos últimos cuatro años en la Casa Blanca y lanza una clara advertencia a aquellos que llevan a gala la etiqueta de católicos pero que sus obras difieren de sus palabras: «No basta con presentarse como católico si luego se adoptan políticas anticristianas».
Preguntado sobre una hipotética victoria de la demócrata Kamala Harris, Gerhard Müller señala que hubiera sido abrir la puerta al «totalitarismo» ya que durante la campaña electoral se mostró dispuesta «a definir los límites de la libertad religiosa». En ese sentido, Müller subraya que «el Estado no es una institución divina y no estamos en el mundo para servirle».
En la entrevista con el citado medio italiano, el cardenal Müller confiesa que tuvo la oportunidad de conocer a Trump hace dos años en Estados Unidos y que le mostró su respeto por la fe católica. También confirma que pudo conocer al vicepresidente JD Vance que le contó de su conversión al catolicismo y como la fe le permitió superar los problemas que arrastraba desde la infancia.
«¡Qué extraño que le tengan miedo a Trump y no a los dictadores!», ironizó Müller al mismo tiempo que se desprendía en elogios hacia la primera ministra de Italia, Georgia Meloni a quien ha calificado como «una mujer muy clara y prudente. Por eso es muy popular en Italia». También ha defendido el derecho de Italia «a resolver los problemas relacionados con la inmigración masiva por todos los medios legales».
Apoyo a la repatriación de inmigrantes ilegales
El ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe no ha dudado en desmarcarse del discurso oficialista de la Santa Sede en materia migratoria. El cardenal Müller remarca que «la Iglesia debe defender la dignidad humana de todos los hombres, incluidos los inmigrantes ilegales. Sin embargo, hay que recordar que nadie tiene derecho a vivir donde quiera. Intervenir en la inmigración ilegal no va en absoluto contra los derechos humanos».
Preguntado sobre si repatriar a los inmigrantes ilegales es una conducta anticristiana, el cardenal alemán responde con rotundidad: «en absoluto». Por si no fuera suficiente, defiende que «un Estado tiene derecho a devolver a las personas a sus países de origen si no arriesgan allí sus vidas».
Müller aboga por ayudar a los países en desarrollo, «pero no podemos pensar que toda la población de África pueda trasladarse a Europa para resolver problemas». En ese sentido, el cardenal vuelve a reiterar durante la entrevista que «un estado tiene derecho a defender sus fronteras y restablecer la legalidad» incidiendo en que «hay que salvar a los que mueren en el mar y se encuentran en una situación de emergencia, pero las normas para establecer la inmigración legal son un asunto completamente diferente».