Según ha adelantado el medio italiano Adista, el tribunal eclesiástico ha emitido una sentencia de culpabilidad contra el sacerdote austriaco Gebhard Paul Maria Sigl, cofundador y exdirector espiritual de la comunidad religiosa Familia de María (FM), acusado de abusos de índole espiritual.
El proceso, que ha durado más de dos años, finalizó con la sentencia emitida el 18 de septiembre por un tribunal compuesto por tres canonistas: Mons. Markus Graulich, Grzegorz Erlebach y Ulrich Rhode. La sentencia ha sido aprobada por el Papa Francisco, lo que impediría cualquier recurso, y fue notificada el 5 de noviembre por el Dicasterio para el Clero, encargado de implementar las penas.
Entre los cargos que pesan contra Sigl, figura el abuso psicológico y espiritual, así como la manipulación de sus seguidores, especialmente de antiguos miembros de la comunidad, como ha sido documentado en diversos testimonios y publicaciones, incluyendo el libro «Wieder ich selbst» de Birgit Abele, en el que relata su experiencia dentro de la comunidad durante 23 años.
Restricciones impuestas al sacerdote
La sentencia incluye una serie de inhabilitaciones para Sigl durante un periodo de diez años, impidiéndole residir en lugares donde se encuentren miembros de la Familia de María o de la Obra de Jesús Sumo Sacerdote (OJSS), así como ejercer tareas de dirección espiritual o predicación, celebrar retiros o administrar sacramentos. También se le prohíbe aceptar cargos dentro de la organización, con el objetivo de cortar cualquier vínculo de influencia dentro de la comunidad.
El decreto de aplicación del Dicasterio del Clero amplía aún más las restricciones, prohibiendo a Sigl mantener relaciones con miembros de la Familia de María y OJSS y ordenando que resida en un lugar designado por el comisario pontificio, Mons. Daniele Bibbiari, para controlar el cumplimiento de estas medidas.
Razones de la sentencia y antecedentes
La sentencia no revela los motivos en detalle, limitándose a la parte dispositiva, lo que ha suscitado críticas, ya que los miembros de la comunidad no tienen pleno conocimiento de las razones del fallo. Sin embargo, se puede inferir que el tribunal pretendía desvincular a Sigl de la comunidad y limitar su capacidad de influencia pública.
El caso destaca por ser uno de los primeros juicios en los que no se juzgan abusos sexuales, sino abusos psicológicos y espirituales, así como la manipulación de los seguidores. Además, pone de relieve la figura controvertida de Sigl y su relación con su mentor, el sacerdote austriaco Joseph Seidnitzer, condenado por abusos sexuales y presentado como modelo dentro de la comunidad.
A raíz de esta sentencia, surgen interrogantes sobre el futuro de la Familia de María (intervenida por el Vaticano en 2023) y el impacto de la dirección de Sigl en los actuales miembros y en la gestión de los comisarios interinos, Mons. Daniele Bibbiari y sor Katharina Kristofova. También existe incertidumbre sobre cómo la comunidad abordará las secuelas de estos abusos y el papel de aquellos que han optado por abandonar la organización.