El actor y productor de cine mexicano, Eduardo Verástegui, ha vuelto a hablar públicamente sobre su cambio de vida cuando decidió abrazar el catolicismo.
En una entrevista para el podcast español ‘A la de tres’ aborda temas de fe, familia y el papel de los valores en la construcción de una sociedad más justa. Eduardo ofrece un testimonio inspirador sobre cómo encontró un propósito más profundo y cómo este lo impulsa a seguir adelante.
Eduardo Verástegui habla abiertamente sobre cómo vive la virtud de la castidad desde hace 20 años. «Yo creo que eso viene con el ser un católico practicante, no es un tema que yo descubro aisladamente en una filosofía diferente donde estoy tratando de combinar muchas cosas y es una decisión personal. Esto es simplemente lo normal, lo que pasa que antes no vivía en la normalidad. Vivía en el desorden pero cuando te das cuenta que ser católico que fue lo que mis padres me inculcaron cuando me llevaron a que me bautizaran a que a que hiciera mi primera comunión a que me confirmaran».
«Cuando descubro qué significa ser católico no es como un menú de cafetería: esto sí, esto no esto sí esto no… o aceptas la religión completa o no y yo dije lo que la Iglesia diga lo que las enseñanzas de Cristo digan eso voy a hacer me guste o no lo entienda, con el tiempo Dios me irá explicando por dónde va la cosa y fue una gracia, una fe a ciegas también aunque iba teniendo sentido todo lo que iba haciendo», explica Verástegui en la entrevista.
El productor de la película Sonido de Libertad cuenta que decidió con su maestra de inglés hacer esta promesa de castidad cuando le hizo preguntas sobre su futura hija «y sobre reconocer que tu cuerpo es el Templo del Espíritu Santo y pensar en tu futura esposa en caso de que esa sea tu vocación, porque igual esa no es tu vocación, porque igual Dios te llama a ser sacerdote o te llama a ser monje en un monasterio».
«Y de pronto yo dije si mi vocación es al matrimonio, a partir de hoy yo le quiero ser a esa mujer a la cual todavía no conozco y si esa es mi vocación algún día la conoceré. Dios me la va a presentar y podré decir te he sido fiel durante todo este tiempo sin saber todavía quién eras. Yo creo que eso también le da mucha seguridad y confianza a la relación porque si te era fiel sin conocerte ahora que te conozco pues ya hay una disciplina también porque la castidad es disciplina es autocontrol», agrega el activista católico mexicano.
Verástegui confiesa que varios amigos le decían cuando empezó este cambio que eso (vivir la castidad) «es imposible» a lo que Eduardo respondía recordando que «para el hombre es imposible, para mí es imposible pero para Dios no hay imposibles entonces la castidad es por la gracia de Dios por lo menos hay que desearla y ponerla en práctica y si te llegas a caer pues te levantas. Por lo menos hay que desear soñar en la santidad y no hay santidad sin castidad todo va de la mano es un paquete de dones y de gracias».
Fue a partir de ese momento cuando Verástegui trató con todas sus fuerzas humanas «poniéndosela en las manos de Dios para que Él me ayude a alcanzar esa virtud. Yo hasta ahora no he escuchado a alguien que haya muerto por abstinencia entonces, se trata de un deseo muy fuerte que se puede controlar con la razón porque las pasiones tienen que ordenarse y tienen que obedecer la razón y la razón obedece a Dios».