El Papa Francisco pus punto y final a su viaje en Singapur. Desde allí cogió el avión que le ha devuelto a Roma.
Como ya viene ocurriendo en los últimos viajes del Pontífice, los discursos que ofrece en tierra suelen tener poco interés informativo. Son las palabras que pronuncia en el aire -improvisadas-, durante la rueda de prensa que ofrece a los periodistas que han viajado con él, las que suelen acaparar grandes titulares. Y esta ocasión no ha sido la excepción.
Preguntado por los pactos secretos entre China y la Santa Sede, el Papa Francisco dijo estar contento con los diálogos con la dictadura comunistas china. «El resultado es bueno», afirmó el Papa quien volvió a elogiar al pueblo chino por su cultura milenaria y su capacidad de diálogo y entendimiento.
Elecciones en Estados Unidos: aborto e inmigración
Francisco se metió en un importante charco cuando desde CBS News le preguntaron si podía dar algún consejo al votante católico de cara a las próximas elecciones que se celebrarán en Estados Unidos. La pregunta que le hizo la periodista fue: «¿qué consejo puede dar a un votante católico que tiene que decidir entre un candidato que está a favor del aborto y otro que querría deportar a 11 millones de migrantes?»
El Obispo de Roma aseguró taxativamente que «ambos (Trump y Harris) están en contra de la vida, tanto el que echa a los emigrantes como el que mata a los niños» en un claro ejemplo de equiparar el aborto con el legítimo control fronterizo. El Papa volvió a decir a bordo del avión que «el no dar a los migrantes la posibilidad de trabajar como el no brindarles acogida es un pecado, es grave«. «Quien no cuida al migrante comete una falta, es un pecado, un pecado también contra la vida de esas personas», volvió a repetir. Según el Papa, «la migración es un derecho que ya estaba en la Sagrada Escritura y en el Antiguo Testamento».
Sobre el aborto, el Papa volvió a mostrar una opinión clara y contundente. «Abortar es matar a un ser humano. Te guste o no te guste la palabra, pero es matar», señaló el Sucesor de Pedro. El Papa remarcó que «la Iglesia no permite el aborto porque mata. Es un asesinato, ¡es un asesinato!»
Acto seguido el Papa volvió a poner al mismo nivel ambas situaciones: «Y en esto debemos ser claros: alejar a los migrantes, no dejarlos desarrollarse, no dejarlos tener vida es algo malo, es maldad. Alejar a un niño del pecho de su madre es un asesinato, porque hay vida. Y sobre estas cosas hay que hablar claro. “No, pero sin embargo…”. Nada de “peros”, ambas cosas son claras. El huérfano, el forastero y la viuda: no olvidar eso».
Tras este posicionamiento, Francisco dijo que «hay que elegir el mal menor» y no se atrevió a mojarse y animó a los votantes católicos a «que cada uno en conciencia piense«.
Viaje a Canarias, abusos, Venezuela y cambio climático
En otro orden de cosas, el Pontífice aclaró que no tiene pensado ir a París con motivo de la reapertura de la catedral de Notre-Dame.
Respecto a los escándalos que salpican al Abbé Pierre, el Papa dijo que «es un hombre que hizo mucho bien, pero también es un pecador». El Papa cargó con contundencia contra los escándalos sexuales en la Iglesia y aseguró que «el abuso es, en mi opinión, algo demoníaco, porque todo tipo de abuso destruye la dignidad de la persona, todo tipo de abuso intenta destruir lo que todos somos: la imagen de Dios».
Sobre Venezuela el Papa mostró cierto desinterés al afirmar que no ha seguido la situación en el país pero «el mensaje que daré a los gobernantes es que dialoguen y hagan las paces». A pesar del escándalo mundial por las tropelías realizadas por el dictador Nicolás Maduro, el Papa dijo que «no puedo dar una opinión política porque no conozco los detalles».
Respecto a un posible viaje a Argentina el Papa dijo que «es algo que todavía no está decidido«, aunque le gustaría ir pero «primero hay que resolver varias cosas». Sobre un hipotético viaje a Canarias, el Papa confesó que se lo está pensando debido a la situación que padece el archipiélago con la crisis migratoria.
Por último, el Papa volvió a pronunciarse sobre el cambio climático que calificó como un «problema muy grave».