El corresponsal de la Comunidad de Lanceros en la Conferencia Episcopal Española ha comentado lo que ha circulado estos días por la santa casa.
Que el cardenal Cobo, conocido en todo Madrid por su apodo de Meteorito, se retira de la carrera de Presidente de la Conferencia Episcopal Española. Sus palmeros llevan días difundiendo la especie de que el cardenal madrileño ya tiene bastante con la diócesis en estos compases iniciales de su mandato como para echarse encima de los hombros la presidencia de la Conferencia Episcopal. Son tantos los frentes que le ha dejado Osoro en herencia que Cobo no llega a todo. Madrid es mucho Madrid incluso para un superdotado como el cardenal Cobo.
Varios miembros de la Comunidad de Lanceros son menos optimistas con la noticia de que Cobo aparca su pretensión de ser ya presidente de la Conferencia Episcopal. Creen que es una estrategia para crear sorpresa y dar el susto, susto o muerte. La puntilla de muerte definitiva a los obispos españoles en un martes de los idus de marzo.
Un miembro de nuestra Comunidad apunta que el problema de Cobo es que no tiene votos suficientes entre los obispos, por mucho que el Papa y sus palmeros se estén empeñando a fondo en apoyar al mirlo blanco de la Iglesia de Francisco. Lo que Cobo, en su meteórica carrera no quiere, es salir con un tachón, un borrón, una negativa o desprecio, salir derrotado. Por eso lanza el mensaje de que no se le vote. Se pueden imaginar ustedes qué efecto puede tener que Cobo salga derrotado, pongamos por caso por monseñor Jesús Sanz Montes, una de las mentes más brillantes del episcopado español aunque parece que haya quien no se ha enterado.
Otro de los problemas de Cobo en estas elecciones es que no ha conseguido sumar los votos de unos supuestos nuevos obispos, entre los que se encuentran sus auxiliares. Un miembro de nuestra Comunidad apunta que si en los últimos meses se hubieran nombrado al menos seis obispos nuevos, contando con varios auxiliares, Cobo hubiera ganado la partida. Obispos nombrados por Cobo y por Satué que no se pierden una reunión de la Congregación de Obispos. Llevamos una temporadita sin nuevos obispos. Hay quien atribuye este frenazo al Nuncio. Según un miembro de la Comunidad que conoce bien lo que se hace en la nunciatura, no es verdad. No hay Nuncio en la Iglesia más diligente y eficaz que don Bernardito. El problema son los candidatos que se están proponiendo. Hay que añadir el trabajo que da la famosa Comisión, que no hace otra cosa que interferir en los procesos. Muchos de los candidatos propuestos por los Zipi y Zape de la Congregación de Obispos no tienen las cualidades apropiadas, empezando por la recta doctrina y la coherencia de vida.
Si se confirma que Cobo se echa a un lado, al izquierdo, el próximo presidente de la Conferencia Episcopal será el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello. Cobo podrá decirle a Argüello que es Presidente porque él se retiró y no quiso serlo. Monseñor Argüello debiera fumarse un puro, si es que alguna vez ha fumado.
Diego Lanzas