La archidiócesis brasileña de Sao Paulo ha anunciado la apertura de una investigación preliminar sobre la supuesta actividad cismática del padre Fábio Fernandes de la iglesia Nuestra Señora de los Dolores, así como su destitución.
El padre Fabio es un sacerdote tradicionalista, uno más de la hornada de curas cancelados por su oposición crecientemente abierta a los pronunciamientos del Papa. Un decreto del 23 de noviembre firmado por el cardenal Odilo Scherer, arzobispo de São Paulo, prohibía a Fernandes ejercer el ministerio público. Las medidas tomadas contra Fernandes siguieron a una serie de tensos intercambios entre las autoridades archidiocesanas y el sacerdote que comenzaron el 1 de noviembre con una advertencia canónica .
La carta de advertencia, firmada por Scherer y el canciller de la archidiócesis, pedía a Fernandes que declarara por escrito y en público su “disposición a aceptar la comunión con la Iglesia Católica Romana, el Concilio Vaticano II en su totalidad, el Magisterio del Papa Francisco y la debida obediencia y respeto por su obispo diocesano”, como prometió en su ordenación sacerdotal en 2009 .
La carta acusaba al sacerdote de “desobediencia persistente”, de hacer declaraciones cismáticas como llamar al Papa Francisco y a Scherer “herejes” y mostrar un “claro desprecio” por los principios de Traditionis custodes de 2021, que restringe la celebración de la Misa Tradicional.
En una respuesta del 6 de noviembre al cardenal Scherer, el p. Fernandes negó haber hecho cualquier declaración en la que calificara al Papa y al cardenal de “herejes”. «Lo que he dicho es que quienes están bajo el espíritu de aggiornamento del Concilio Vaticano II se encuentran en una situación de herejía, lo cual es obvio, y que compromete la legitimidad y la autoridad», afirma.
Respecto a la Traditionis custodes , sostuvo que “la liturgia ‘vigente’ no altera el carácter teológico de la Misa tridentina definida por San Pío V, quien ordenó que no fuera alterada y que, por su propio carácter dogmático, es la norma de oración de la Iglesia católica en Occidente”.
Fernandes publicó otra declaración el 6 de noviembre, dirigida a los católicos, en la que decía que quería “pedir perdón por el error que cometí durante muchos años, la mayor parte de mis casi 15 años de sacerdocio, de haber celebrado la nueva Misa según el Misal de Pablo VI”.