El gobierno de Nicaragua ha prohibido todas las procesiones religiosas antes y durante la Semana Santa de este año, confirmaron a la Voz de América varios párrocos en condición de anonimato.
“La suspensión de los Viacrucis será uno de los peores desaciertos de los psicópatas”, dijo a la Voz de América un sacerdote en referencia al presidente Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, que mantienen una guerra frontal contra la Iglesia católica.
Según el religioso, la Policía Nacional, dirigida por Francisco Díaz, consuegro de Ortega, le notificó verbalmente la prohibición sin dar más explicaciones.
Las autoridades policiales no han emitido tampoco un comunicado oficial al respecto, sin embargo, este patrón se repitió desde principios de año, cuando se suspendieron varias actividades de la Iglesia, como una procesión que tradicionalmente se celebra los 1 de enero en Nicaragua.
“Las prohibiciones de las actividades de piedad popular que se realizan durante la cuaresma es una agresión más a la Iglesia católica nicaragüense y a la libertad religiosa de todos los ciudadanos”, comentó a la Voz de América, Ana Patricia Molina, investigadora del Observatorio Pro Transparencia.