Las comisiones independientes -una encargada por El Arca, la otra por los dominicos-, creadas para esclarecer los abusos sexuales y espirituales cometidos por Jean Vanier y los hermanos Philippe, han publicado esta semana un demoledor informe contra los fundadores de esta obra social.
Sus investigaciones revelan la asombrosa persistencia, durante décadas, de un núcleo sectario con creencias y prácticas místico-eróticas en el seno de la Iglesia.
Una primera investigación interna, que se publicó en 2020 tras la muerte de Vanier, hablaba de seis casos. El reciente informe aclara que las personas con discapacidad intelectual no se vieron afectadas por actos de abuso. Según el informe, algunas de las mujeres se presentaron como víctimas de una relación abusiva, mientras que otras se presentaron como «parejas dispuestas en una relación abusiva».
Vanier, que no era sacerdote, y su mentor espiritual, el sacerdote Thomas Philippe, fallecido en 1993, habían formado un grupo parecido a una secta que seguía una teología erótico-mística representada por Philippe. El grupo se reunió en Trosly, cerca de París, en 1963, donde Vanier fundó el primer Arca al año siguiente. La comisión también identificó a otras dos personas del círculo de Philippe que también fueron acusadas de abuso.
Informe de la Investigación sobre Thomas Philippe, Jean Vanier y El Arca
La Comisión de Estudio encargada por El Arca Internacional ha publicado una síntesis de este estudio de 56 páginas que desgrana lo ocurrido dentro de El Arca. La investigación cubre un período de más de 90 años, desde el nacimiento de Jean Vanier en Ginebra en 1928, hasta su fallecimiento en mayo de 2019.
La investigación se fundamenta en una sólida base documental —archivos de El Arca, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de diócesis, de las congregaciones religiosas afectadas, desde los Dominicos hasta las Carmelitas, desde las Hermanitas de la Virgen Santa (Petites Sœurs de la Sainte-Vierge) hasta los Hermanos de san Juan (Frères de Saint-Jean), etc. La investigación se apoya asimismo en un corpus de entrevistas realizadas según las normas metodológicas propias de cada disciplina representada en la Comisión, es decir, un total de 119 entrevistas a 89 personas. Por su parte, el estudio de teología práctica se ha realizado a partir de la lectura de 15 libros de Jean Vanier, leídos abundantemente durante todo su período de actividad.
Según la investigación, Thomas Philippe desarrolla un sistema de creencias y de prácticas heterodoxas. Según su propio relato, todo empezó en 1938, mientras impartía clases en el Angelicum de Roma, donde cree recibir «gracias muy oscuras» que se distinguían por la implicación de los «órganos sexuales». Entonces, según cuenta, vivió una experiencia de unión mística con la Virgen María. Ocurrió ante un fresco titulado Mater admirabilis situado en una capilla del convento de la Trinidad de los Montes: «Durante toda la noche, todo mi cuerpo experimentó un recogimiento y una intimidad extrema con Ella. Fue como si conociera de nuevo a la Virgen María».
«Siente la necesidad de hacer que otros experimenten esas «gracias», para lo que elabora argumentos teológicos que justifican sus prácticas sexuales con religiosas o con jóvenes laicas en busca de una vocación religiosa», se lee en el informe.
De la iniciación de Jean Vanier a la condena de Thomas Philippe
De abril de 1952 hasta el final del proceso en mayo de 1956, se produce la iniciación de Jean Vanier a las prácticas místico-sexuales de su padre espiritual, y el desarrollo de sus cualidades de liderazgo como nuevo responsable de “L’Eau Vive”. Según su propio testimonio, Jean Vanier sitúa su iniciación a las prácticas místico-sexuales dos meses después de la salida forzada de Thomas Philippe de “L’Eau Vive”.
Durante el período de 1952 a 1956, Thomas Philippe es desplazado a distintos lugares. Pasa dos años en Longueuil-Annel en la región de Oise, donde hay un establecimiento para adolescentes en dificultades dirigido por el doctor Préaut. Este, un importante partidario de Thomas Philippe desempeñará una función clave en la instalación de Thomas Philippe y de los “pequeños” en Trosly Breuil en 1964.
Se trata de un nuevo testimonio particularmente grave que convence al padre Paul Philippe, nombrado comisario del Santo Oficio el 30 de mayo de 1955, de reanudar la investigación que contrasta enormemente con la lentitud del período anterior. Además de los elementos que
registra sobre el alcance y la naturaleza exacta de los hechos, se le informa de un aborto que tuvo lugar en 1947, al que se le da un sentido “místico”, con una veneración del feto muerto como algo sagrado, vinculado al “secreto de la Santísima Virgen”. El bebé abortado es fruto de las relaciones sexuales entre Thomas Philippe y Anne de Rosanbo, según desvela el informe de la investigación.
En mayo de 1956 fue condenado por abusos sexuales graves a mujeres adultas, que implicaban el sacramento de la penitencia, y por misticismo falso para justificar tales actos y un aborto provocado. La condena le priva de su capacidad de ejercer cualquier forma de ministerio público o privado. La fidelidad de Jean Vanier y de los miembros de “L’Eau Vive” a Thomas Philippe provoca que el Santo Oficio
orden la dispersión del grupo. Sin embargo, esto no impide al grupo de los “pequeños” mantener la comunicación.
Abusos dentro de El Arca
La Comisión ha tenido conocimiento de 25 mujeres que han vivido, en algún momento de su relación con Jean Vanier, una situación que implicaba un acto sexual o un gesto íntimo. De entre ellas, catorce han sido o siguen siendo miembros de El Arca. Otras mantienen relaciones personales con miembros de El Arca. La Comisión ha tenido la oportunidad de realizar entrevistas de investigación a ocho mujeres. Cinco mujeres rechazaron la invitación a reunirse con la comisión. La Comisión cree que esta cifra de 25 mujeres es inferior al número real de mujeres afectadas.
Además, el análisis del material de la investigación ha permitido identificar a 23 personas, hombres y mujeres, que han sufrido abusos sexuales por parte de Thomas Philippe, de las cuales un pequeño número coincide con la cifra de 33 víctimas identificadas por el Santo
Oficio en los cincuenta.
Los datos recopilados por la Comisión indican que, a su vez, al menos tres discípulos de Thomas Philippe agredieron o abusaron sexualmente de otras personas. Entre ellas, una mujer que había sido miembro de El Arca agredió sexualmente a un hombre para intentar iniciarlo a las prácticas “místico-sexuales”.
Las personas envueltas en una relación abusiva o transgresora con Jean Vanier, de las que ha tenido conocimiento la Comisión, son todas mujeres mayores de edad, sin discapacidad, cristianas, en su mayoría católicas, con un alto nivel cultural. La mitad de ellas proviene de entornos sociales privilegiados. En el momento en que se producen los primeros actos místico-sexuales, casi todas las mujeres son jóvenes adultas (de entre 20 y 35 años), solteras, casadas o con votos religiosos.
En el caso de Thomas Philippe el perfil es diferente: se puede afirmar que las personas captadas corresponden principalmente al perfil de la joven piadosa que ha recibido una educación marcada por una disciplina católica y un tabú sobre la sexualidad.
Conclusiones del informe
El informe de la Comisión certifica que Jean Vanier reproduce con numerosas mujeres las relaciones místico-sexuales, tal y como las concebía Thomas Philippe. Aunque no todas ellas se declaran como víctimas, las mujeres que han dado su testimonio hacen hincapié en la confusión entre el plano espiritual, el afectivo y el sexual que caracterizaba la relación. El análisis de los escritos de Jean Vanier indica la presencia una importante continuidad con la “teología” de Thomas Philippe.
Aunque la Comisión no tiene conocimiento de que ninguna de las personas “iniciadas” (abusadas) por Jean Vanier haya reproducido a su vez estas prácticas místico-sexuales, puede que hayan existido o que existan aún en El Arca configuraciones de control que “imiten a Jean Vanier”, en concreto en cuanto a su manera de ejercer la autoridad.
Las últimas relaciones de abuso de las que tiene constancia la Comisión se remontan a mediados de la década de 2000 y, en 2014 se empieza a desarrollar en El Arca un proceso de toma de conciencia individual y colectiva, concluye el informe.