Debido a la escasez de sacerdotes y para ahorrar en luz, la diócesis holandesa de Roermond ha tenido que renunciar a su compromiso de ofrecer al menos una Misa los domingos en cada parroquia, escribe el National Catholic Register.
En una carta dirigida a los párrocos, la Diócesis de Roermond, en el sur de Holanda, cambia su compromiso inicial de ofrecer al menos una Misa dominical en cada parroquia por una cada dos semanas.
No hay suficientes curas, dicen, y la crisis energética está haciendo imposible mantener abiertos los templos. “Además, en algunos lugares, hay tan pocas personas participando en la Eucaristía que es mucho más motivador reunir a creyentes de diferentes parroquias en una celebración eucarística conjunta”, escribió el Vicario General René Maessen en la carta.
“Los argumentos financieros también pueden desempeñar un papel en la consideración de no ofrecer más una Eucaristía cada semana, sino, por ejemplo, una vez cada dos semanas”, escribió la diócesis en su sitio web.
Estos incluían, en particular, el alto costo del gas y la electricidad. “Aunque las razones financieras nunca deben ser el elemento principal en los asuntos pastorales, tampoco pueden pasarse por alto”, dijo el padre Maessen. La decisión no se tomó a la ligera, aseguró el padre Maessen a los católicos.
Según Dutch News , hay 3,7 millones de católicos en los Países Bajos, pero solo el 4% asiste regularmente a Misa. La diócesis de Roermond es una de las dos diócesis con mayoría de católicos. La primavera de la Iglesia, ya saben.