El Papa Francisco celebra hoy la Misa de beatificación del Papa Luciani. La petición será leída por el obispo de Belluno-Feltre Marangoni, el postulador cardenal Stella y el vicepostulador Falasca. Durante la beatificación, el Postulador donará al Pontífice un relicario con una reliquia del nuevo Beato.
En el día de ayer, se celebró la vigilia en la Basílica de San Giovanni in Laterano, que estuvo presidida por el Cardenal Vicario De Donatis, mientras que la Misa de Acción de Gracias será el 11 de septiembre en Canale d’Agordo, lugar de nacimiento de Juan Pablo I.
La causa de canonización de Juan Pablo I se abrió en 2003, veinticinco años después de su muerte, en su diócesis natal de Belluno-Feltre, y concluyó el 9 de octubre de 2017 con el decreto sobre sus virtudes sancionado por el Papa Francisco.
«La apertura de la Causa», subraya la vicepostuladora Stefania Falasca, vicepresidenta de la Fundación Vaticana Juan Pablo I, «ha hecho posible también un trabajo fundamental que nunca se había hecho y que nos permite hablar con conocimiento de causa sobre Luciani: la adquisición de fuentes. Un trabajo de investigación, de protección del patrimonio, de estudio de su obra y magisterio que hoy lleva a cabo nuestra Fundación».
A su intercesión, se le atribuye la milagrosa curación en 2011 de Candela Giarda, una niña argentina que padecía «encefalopatía inflamatoria aguda severa, enfermedad epiléptica refractaria maligna, shock séptico».
La misteriosa muerte de Juan Pablo I
A los 33 días de tomar posesión como Cabeza de la Iglesia Católica, el Papa Luciani falleció inesperadamente. El Papa tenía sólo 65 años y se creía que gozaba de buena salud. Las irregularidades que rodearon el tratamiento de su cuerpo y las incoherencias en la historia oficial sobre su muerte dieron lugar a teorías conspirativas que han continuado hasta hoy. Eso provocó que algunos llegaran a preguntarse si el Papa pudo haber sido asesinado.
¿Cuáles son las pruebas?
Las teorías de que Juan Pablo I fue asesinado suelen girar en torno a unas pocas pruebas clave:
- El Vaticano dijo que Juan Pablo I murió de un «infarto de miocardio», es decir, de un ataque al corazón. Pero nunca se realizó una autopsia. Los críticos han cuestionado cómo los funcionarios podían estar seguros de que el Papa había muerto de un ataque al corazón en ausencia de una autopsia.
- Según el Vaticano, el Papa fue encontrado sentado en la cama, con su material de lectura en la mano y con su característica sonrisa. Algunos se han preguntado si esa pose pacífica y serena coincide con la descripción de una persona que acaba de sufrir un infarto masivo.
- El cuerpo de Juan Pablo I fue embalsamado inmediatamente después de ser descubierto, lo que se aparta del protocolo del Vaticano y de la legislación italiana. Esto provocó sospechas de que los funcionarios estaban tratando de encubrir posibles pruebas de envenenamiento en la sangre.
- El Vaticano anunció en primer lugar que un secretario papal había encontrado el cuerpo de Juan Pablo I, antes de admitir posteriormente que en realidad se trataba de una monja que había entrado a servir el café matutino del Papa. Es posible que la historia original haya sido alterada para evitar el posible escándalo que supondría reconocer la presencia de una mujer en la habitación del Papa, pero la ambigüedad fue suficiente para levantar sospechas entre quienes ya sospechaban del relato oficial de los hechos.
¿Es cierto?
Por supuesto, es imposible afirmar con absoluta certeza lo que realmente sucedió en la fatídica noche del 28 de septiembre de 1978. Pero estudiosos y científicos han opinado de vez en cuando sobre las teorías que han surgido a lo largo de los años.
La periodista vaticana Stefania Falasca afirmó en un libro de 2017, «Papa Luciani: Crónica de una muerte«, que los registros médicos de Juan Pablo I reflejan que, si bien el Papa gozaba de buena salud en general, había tenido problemas cardíacos unos años antes de su muerte y como consecuencia de ello estaba tomando medicamentos para el corazón. El libro también indica que el Papa había sufrido un breve pero intenso dolor en el pecho la noche de su muerte, lo que apoya la afirmación de que murió de un ataque al corazón.
En un episodio de 2007 del programa de Discovery Channel «Conspiraciones a prueba», científicos forenses examinaron las afirmaciones en torno a la muerte de Juan Pablo I. Entre sus conclusiones: contrariamente a lo que afirma el Vaticano, no era necesario embalsamar el cuerpo del Papa inmediatamente para evitar que se descompusiera en el calor romano, lo que algunos sospechan que se hizo para evitar la detección de un veneno.
Pero, poniendo un freno a las teorías conspirativas, los científicos también dijeron que el embalsamamiento temprano probablemente no habría sido suficiente para evitar la detección de veneno en la sangre.
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