Éric de Moulins-Beaufort, arzobispo de Reims y presidente de la Conferencia de Obispos de Francia, ha presentado un recurso ante el Consejo de Estado francés contra el decreto gubernamental por el que se restringen las celebraciones litúrgicas debido al coronavirus.
El presidente del episcopado francés recurre está norma que prescribe medidas generales para hacer frente a la epidemia en el marco del estado de emergencia salud porque socava la libertad de culto que, según la propia CEF, es una de las libertades fundamentales en su país.
Moulins-Beaufort, tras consultarlo con todos los obispos de Francia reunidos en la Asamblea plenaria el pasado lunes, considera desproporcionada la prohibición de celebrar misas y otros sacramentos con presencia de fieles. «Para los fieles estas celebraciones son vitales porque son un encuentro con el Señor y con sus hermanos», explican desde la Conferencia Episcopal francesa.
Los prelados franceses se unen así a los ingleses que, de la mano del cardenal Nichols, arzobispo de Westminster y presidente del episcopado inglés, también ha protestado contra una medida parecida a la francesa tomada en este caso por el gobierno de Boris Johnson.
Parece que los prelados están respondiendo en esta segunda ola de contagios de manera diferente a como lo hicieran en marzo. En esa primera oleada de contagios la oposición a la supresión de las misas digamos que fue débil, por no decir inexistente.