El pontífice ha pedido unirse en oración para que los padres del pequeño Charlie Gard puedan encontrar el consuelo y el amor de Dios.
El portavoz del Vaticano, Greg Burke, ha asegurado que el Papa Francisco reza por Charlie Gard, el bebé británico que padece síndrome de depleción de ADN mitocondrial, y se une al «inmenso sufrimiento» de sus padres.
«El Papa Francisco está rezando por Charlie y sus padres y se siente especialmente cercano en este momento de inmenso sufrimiento», dijo el portavoz en una declaración a los medios sobre el caso de este bebé de 11 meses. «El Santo Padre nos pide que nos unamos en oración para que puedan encontrar el consuelo y el amor de Dios», agregó Burke.
El comunicado de la Santa Sede se conoció horas después de que los padres de Charlie, Chris Gard y Connie Yates, declararan que los últimos análisis médicos realizados para evaluar la salud del pequeño evidenciaban que el daño ocasionado al músculo y los tejidos del bebé es “irreversible” y que el tratamiento por el que luchaban ya no puede tener éxito.
«Vamos a dejar ir a nuestro hijo», anunciaron este lunes Chris y Connie, tras meses luchando por la vida de su bebé. Los padres de Charlie, ingresado en el hospital Great Ormond Street de Londres, mantenían un conflicto judicial con dicho centro sanitario. Mientras los médicos afirmaban que la situación del bebé era irreversible y abogaban por desconectarle, Chris y Connie pedían que se les diera la oportunidad de llevar a su hijo a Estados Unidos para recibir un tratamiento experimental.
‘El Papa espera que no se desatienda el deseo de los padres’
La campaña internacional en favor del tratamiento de Charlie contó con el apoyo del Papa Francisco. El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede comunicó que «el Papa Francisco sigue con afecto y emoción el caso del niño Charlie Gard, expresa su cercanía a los padres, reza por ellos, esperando que no se desatienda su deseo de acompañar y cuidar a su hijo hasta el final.»
El pasado 4 de julio, el centro pediátrico «Bambino Gesú» de Roma, que se había ofrecido para acoger al bebé, recibió una negativa a su propuesta. La institución sanitaria gestionada por el Vaticano había comunicado que su oferta de acoger a Charlie respondía al deseo de «defender la vida humana, sobre todo cuando está herida por la enfermedad».
Asimismo, el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, había asegurado que la Santa Sede haría lo que estuviera en sus manos para superar los obstáculos legales que impedían el traslado del pequeño Charlie al «Bambino Gesú».
La batalla por la vida de Charlie
El inicio de esta batalla judicial se remonta al pasado mes de febrero, cuando el hospital en el que se encuentra Charlie solicitó una declaración de los tribunales nacionales sobre la legalidad de retirar la ventilación artificial y proporcionar al niño cuidados paliativos hasta su muerte. A pesar de la oposición de los padres, los tribunales británicos sentenciaron que
Buscando ayuda para seguir luchando por la vida del bebé, Chris y Connie recurrieron al Tribunal de Estrasburgo después de haber perdido la batalla en los tribunales de Reino Unido. La corte europea desestimó el recurso que pretendía que el bebé fuera sometido al tratamiento experimental y apoyó el enfoque adoptado por los jueces británicos.
Sin embargo, los padres de Charlie no se rindieron. Cuando los médicos y los jueces les dieron la espalda, difundieron el caso a través de los medios y las redes sociales, consiguiendo gran apoyo popular. «Todo lo que queríamos hacer era llevar a Charlie de un hospital de renombre mundial a otro hospital de renombre mundial en el intento de salvar su vida y de que fuese atendido por el líder mundial en la enfermedad mitocondrial», explicaban este lunes en un comunicado.
La movilización mundial a favor de la vida de este bebé contó con el apoyo del Papa Francisco y del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. A pesar de que estaba previsto que este martes 25 de julio la justicia británica volviera a pronunciarse sobre el traslado del pequeño a Estados Unidos, finalmente los padres de Charlie han anunciado que «dejarán ir» al pequeño y «que esté con los ángeles».
«Ahora vamos a pasar nuestros últimos momentos con nuestro hijo Charlie, que por desgracia no tendrá su primer cumpleaños en menos de dos semanas», han lamentado Chris y Connie, que terminan su declaración con un mensaje para Charlie: «Mamá y papá te quieren mucho, siempre lo hemos hecho y siempre lo haremos y sentimos mucho no haber podido salvarte.»