No hay más que ver la lista de nombramientos diocesanos que publica Ecclesia.
http://www.revistaecclesia.com/nombramientos-diocesanos-segovia/
Muchísimos sacerdotes extranjeros: africanos, sudamericanos, polacos, y a los que se les encomiendan infinidad de pueblos. Desconozco el número de sacerdotes nacidos en la diócesis y la media de edad de los mismos pero ante la acumulación de pueblos los autóctonos tienen que ser escasísimos y su edad estoy seguro de que muy elevada.
Tampoco sé el número de los ordenados en los últimos veinte años pero es posible que ni lleguen a la media docena. Mientras que las defunciones, jubilaciones y espantadas seguro que han sido mucho más elevadas.
No es ninguna crítica a Don Ángel Rubio ni a Don César Franco que estoy convencido que hicieron, el segundo lo estará haciendo, todo lo posible para detener la catástrofe. Pero lo imposible por mucho que se intente, «no pue ser». Se encontraron una diócesis arrasada e incluso sembrada de sal. Y en esa situación no puede crecer la hierba. De sus antecesores, Palenzuela y el claretiano Gutiérrez, no puedo decir lo mismo. Ellos se encontraron otra cosa y no supieron, o no quisieron, mantenerla.
No tengo nada contra los sacerdotes foráneos y menos siendo una grave necesidad. Ojalá ellos sean capaces de resucitar ese obispado que agoniza. Aunque no todo lo que llega es siempre trigo limpio.
Dios quiera que el Cielo venga en ayuda del obispo y de la diócesis.