Mientras el Vaticano sigue en aparente calma, los movimientos de ciertos cardenales empiezan a generar expectación.
El último en llamar la atención es el cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, quien, de manera inusual, presidirá la Misa de vigilia este sábado y la tradicional Misa dominical en la catedral de San Patricio, con encuentros con la prensa tras ambas celebraciones. ¿Un gesto litúrgico sin más, o un posicionamiento estratégico ante un eventual cónclave?
Una jugada llamativa en un momento clave
Dolan ha sido, desde hace años, una figura prominente en la Iglesia estadounidense. Su tono afable y su perfil mediático lo han convertido en uno de los rostros más visibles del catolicismo en Norteamérica. Pero su protagonismo en este momento concreto, justo después de haber cumplido 75 años —edad en la que los obispos deben presentar su renuncia—, es, cuanto menos, llamativo.
Desde hace tiempo, Dolan ha sido mencionado como posible candidato para un futuro cónclave, aunque su estilo y su visión chocan con la línea marcada en los últimos años por el pontificado actual. Sin embargo, su decisión de comparecer ante la prensa tras sus misas de este fin de semana sugiere que quiere enviar un mensaje. ¿Está buscando afianzar su posición dentro del colegio cardenalicio? ¿O simplemente está reforzando su liderazgo en una Iglesia estadounidense cada vez más dividida?
Los movimientos en el tablero del próximo cónclave
Este no es el único gesto reciente que sugiere que algunos cardenales ya están tomando posiciones. En los últimos meses, se ha visto a figuras clave reforzar su presencia pública y marcar perfil ante la inminente sucesión de Francisco, cuya salud ha sido motivo de especulación recurrente. Desde Europa hasta América, ciertos purpurados han intensificado su actividad, tejiendo alianzas y asegurando apoyos.
Dolan es un nombre entre varios. ¿Quién más está en esta partida? Y lo más importante, ¿qué tipo de Papa buscan estos movimientos? Si algo ha demostrado la historia reciente es que los cónclaves no siempre favorecen a los favoritos previos. Pero lo que está claro es que la carrera ya ha comenzado.
En los próximos meses o semanas, veremos más señales, más discursos, más apariciones estratégicas. Y en el momento clave, como siempre, la elección estará en manos de unos pocos, pero las piezas del ajedrez ya se están moviendo.