El Papa interrumpe su homilía del domingo por problemas respiratorios

El Papa interrumpe su homilía del domingo por problemas respiratorios

Hace unos días la Santa Sede confirmó que el Papa Francisco padece bronquitis. Esto provocó que el Pontífice no pudiera leer la catequesis del miércoles pasado.

El Papa parece que no termina de salir del todo de este proceso gripal y se vio obligado a tener que interrumpir la lectura de la homilía de este pasado domingo en la Misa del Jubileo con los Cuerpos Y fuerzas de Seguridad. A mitad de lectura, el Santo Padre cedió la lectura de la homilía al maestro de ceremonias. Fue el propio Pontífice quien reconoció que tenía dificultades respiratorias lo cual le impedía seguir con su lectura.

En cuanto a la homilía, el Papa Francisco destacó la actitud de Jesús junto al lago de Genesaret como un modelo de servicio y compromiso. Basándose en tres verbos clave – «ver, subir y sentarse» – el Pontífice invitó a los presentes a seguir este ejemplo en su misión diaria de defensa, justicia y protección de la sociedad.

«Jesús vio, Jesús subió y Jesús se sentó. No se preocupó por las apariencias ni por ejecutar un plan de acción, sino que siempre puso en primer lugar el encuentro con los demás y la compasión por quienes sufren», afirmó el Santo Padre. En este sentido, resaltó la importancia de la mirada atenta de Cristo, capaz de percibir la desesperanza en el rostro de los pescadores tras una noche sin frutos y de fijar en ellos «una mirada llena de compasión».

Francisco reconoció también el papel fundamental de los cuerpos de seguridad en la sociedad. «A ustedes se les confía una gran misión: la defensa de nuestros países, la custodia de la legalidad, la lucha contra la criminalidad y el resguardo de la paz social», expresó, destacando además su servicio en situaciones de emergencia, como desastres naturales y el rescate de vidas en el mar.

El Papa instó a los miembros de las fuerzas armadas y de seguridad a adoptar las mismas actitudes de Jesús: «ver» para captar las amenazas y riesgos que afectan a la sociedad, «subir» a la barca para comprometerse en la solución de los problemas y «sentarse» como testigos del bien y la justicia. «El bien puede vencer a pesar de todo. La justicia, la lealtad y la pasión civil siguen siendo valores necesarios», subrayó.

Asimismo, hizo un llamamiento especial a la vigilancia contra la «tentación de la guerra» y el «ruido de las armas». «Vigilen para no contaminarse con la propaganda del odio que divide el mundo en amigos y enemigos. Sean, en cambio, testigos valientes del amor de Dios Padre, que nos quiere a todos como hermanos», exhortó el Pontífice.

Por último, Francisco resaltó la labor de los capellanes castrenses, quienes «no están para bendecir acciones de guerra, sino para acompañar, ofrecer escucha y animar a remar mar adentro con esperanza y fe». En un mensaje de gratitud y compromiso, el Papa concluyó pidiendo a los presentes que sigan siendo constructores de una «nueva época de paz, justicia y fraternidad».

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