El Papa Francisco ha recibido en la mañana de este jueves a los seminaristas de la Provincia Eclesiástica de Valencia (Valencia, Alicante, Castellón, Mallorca, Ibiza y Menorca).
Los seminaristas han acudido a Roma acompañados de sus respectivos obispos diocesanos y de los formadores del seminario. En su breve discurso, el Pontífice ha confesado que «no me es fácil expresarles mis sentimientos, pensando en las Navidades seguramente atípicas con esa vivencia de que “Dios se ha hecho barro” en ustedes» en alusión a la trágica DANA que azotó la provincia de Valencia en noviembre causando cientos de muertos.
«Un dolor y un luto que a pesar de su dureza nos abre a la esperanza pues, obligándonos a tocar fondo y a dejar atrás todo lo que parecía sostenernos, nos permite ir más allá. No es algo que podamos hacer solos, es una oscuridad inmensa la que ustedes han vivido y están viviendo. Y pienso en la ayuda desinteresada de tantas personas, los ojos llenos de entrega de la gente, han sido capaces de iluminarnos con la ternura de Dios», le ha dicho el Santo Padre a los seminaristas valencianos y baleares.
El Papa Francisco ha animado a los futuros sacerdotes a trabajar en este campo y ha asegurado que «La DANA no es un fenómeno atípico que simplemente esperamos no vuelva a suceder, es la extrapolación de lo que vive cada ser humano que se enfrenta a una pérdida y se siente solo, desubicado, necesitado de apoyo para poder continuar».
El Obispo de Roma ha insistido en que «no podemos tomar a la ligera el sufrimiento de las personas e intentar consolarlas con frases de circunstancias y buenismo. Nuestra esperanza tiene un nombre, Jesús, ese Dios que no ha sentido asco de nuestro barro y que, en vez de salvarnos del barro, se ha hecho barro por nosotros». Francisco, ha hecho hincapié en que «ser sacerdote es ser otro Cristo, es hacerse barro en el llanto del pueblo, y cuando vean a la gente rota, porque en Valencia hay gente rota, que ha perdido la vida a pedazos, repártanles ustedes trozos, pedazos, de ustedes mismos, como Cristo lo hace en la Eucaristía».
El Papa ha concluido su discurso pidiendo a los seminaristas que se den gratis «porque todo lo que tienen lo han recibido gratis, no se olviden de la gratuidad».