El corresponsal de la Comunidad de Lanceros en la provincia de Guipúzcoa nos ha comentado que el obispo de San Sebastián, monseñor Fernando Prado, lleva varios meses en una campaña contra su predecesor monseñor José Ignacio Munilla.
Aprovecha todo lo que puede para dejar claro que tiene que acabar con lo que se encontró en San Sebastián porque la desafección de la diócesis de San Sebastián al obispo Munilla había llegado a límites insospechados.
La campaña comenzó cuando se hicieron públicos los datos de la asignación tributaria. Para sorpresa de muchos la diócesis de San Sebastián el porcentaje de guipuzcoanos que marcaron la casilla de la Iglesia subió en un 3,47% más respecto a la campaña pasada de 2022, pasando de un 14,01 a un 17,48% en contra de la tendencia general en España que era a la baja. La nota oficial de la diócesis añadía que esto ha ocurrido “interrumpiendo el proceso de caída constante de los últimos años en el porcentaje de contribuciones”.
A la hora de dar las explicaciones oficiales, el obispo de San Sebastián señaló en el comunicado oficial de la diócesis que “el notorio aumento se debe, simplemente, a la mejora en el sistema de visibilización de la posibilidad de poner la “x” en la casilla de la iglesia –también en la de otros fines sociales– a la hora de hacer la declaración de la renta. Quizá también ha tenido algo que ver la sencilla campaña realizada en nuestras parroquias”.
Cuando hemos comentado esta noticia en la Comunidad de Lanceros un miembro de esta Comunidad ha aportado una noticia interesante. Durante los días siguientes a los datos de la Asignación Tributaria, el obispo de San Sebastián se dedicó a llamar por teléfono a sus periodistas amigos de Madrid para poner en valor esta información y para insistir en que era bueno que escribieran alguna noticia para dejar en evidencia a monseñor Munilla. Así fue. Los lectores se podrán imaginar en qué medios religiosos se publicaron noticias destacando el importante incremento de la Asignación Tributaria en esa provincia. No hace falta que nosotros se lo digamos. Lo que no dijo el obispo de San Sebastián es que ese incremento es fruto en gran parte de un acuerdo al que él llego con la Hacienda Foral.
Días después se produjo el acontecimiento estelar del 75 aniversario de la creación de la diócesis de San Sebastián, al que el Papa Francisco, amigo y valedor del obispo de San Sebastián, envió al cardenal Tolentino, otro amigo del obispo. Acontecimiento de repercusión mundial en el que estuvieron en la inauguración el arzobispo de Pamplona, Florencio Roselló y el obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde.
Lo que no dice el obispo de San Sebastián es cuántos sacerdotes y comunidades se han ido desde que él es obispo de esa diócesis. Tampoco dice cuál es el número de seminaristas y cuál la edad media de su clero.
El corresponsal de la Comunidad de Lanceros en la Conferencia Episcopal apuntó que ya en la última Asamblea Plenaria el obispo de San Sebastián estuvo muy activo y tuvo algunas intervenciones, incluso algún enfrentamiento público con un hermano obispo, que ha pasado a la historia. ¿Estará buscando algo?
La Comunidad de Lanceros