Miembro de la Pontifica Academia por la Vida pide «repensar» la doctrina sobre homosexualidad y anticoncepción

Miembro de la Pontifica Academia por la Vida pide «repensar» la doctrina sobre homosexualidad y anticoncepción

Maurizio Chiodi, sacerdote miembro de la Pontificia Academia por la Vida (PAV), declara al órgano oficioso online del episcopado alemán, Katholisch.de, que «tenemos que repensar» la enseñanza tradicional sobre la homosexualidad y la anticoncepción.

«Creo que hoy necesitamos repensar las consideraciones éticas tradicionales, e incomprensibles para nuestro tiempo, sobre la homosexualidad», asegura el padre Maurizio Chiodi, conocido por sus posiciones heterodoxas sobre la doctrina sexual de la Iglesia, nombrado por Francisco como miembro de la PAV, en una entrevista concedida a al medio de comunicación de los obispos alemanes, katholisch.de.

«Si en el pasado se hablaba de la homosexualidad como ‘contra naturam’, hoy debemos preguntarnos: ¿qué significa ‘natura’? Esta palabra latina tiene muchos significados, muy diferentes, sobre todo el significado de universalidad, y debemos reconocer que la universalidad es necesaria para el conocimiento moral».

Si bien Chiodi parecía reconocer la universalidad de la ley natural, la matizó afirmando que la moralidad debe verse a la luz de la experiencia y la «vida vivida de una conciencia individual con su cultura específica». Este tipo de argumento es utilizado a menudo por los relativistas morales en un intento de restar importancia a las acciones objetivamente pecaminosas como los actos homosexuales.

«Creo que la diferencia sexual es constitutiva de la existencia humana porque es el origen de nuestra vida: todos sabemos que, como niños, venimos de una madre y un padre», admitió Chiodi. Una persona homosexual no lo niega. Pero no perciben esta diferencia como algo atractivo para ellos mismos».

«Esta orientación sexual no depende de su decisión. Debemos preguntarnos: ¿Cuál es el bien posible para una persona así? La cuestión para una persona homosexual es vivir su sexualidad reconociendo su vocación a relaciones capaces de cercanía, cuidado, comunión y fidelidad al otro, y buscando el bien que es concretamente posible para ellos».

Ayuda a Infovaticana a seguir informando