Después de la pensión y la casa, el cardenal norteamericano Raymond Burke podría, además, perder la cobertura sanitaria que hasta ahora le ofrece el Vaticano por sus cargos.
El cardenal que, según numerosas fuentes, el Papa considera «mi enemigo» y que habría usado sus privilegios para atacar a la Iglesia, según esas mismas fuentes, no sólo perdería su salario, sino también pensión y asistencia sanitaria.
De momento el cardenal Burke continuaría ejerciendo como miembro de la Signatura Apostólica -a modo de tribunal supremo vaticano- según informa el Catholic Herald . Por ese cargo recibió una «asignación cardinalicia», un salario de unos 5.000 euros válido hasta su muerte. Como también reveló el biógrafo del Papa, el británico Austen Ivereigh, Bergoglio había decidido «quitarle a Burke los privilegios cardinales, porque los había utilizado contra la Iglesia».
Así que no sólo los salarios y los apartamentos, sino también, según la prensa católica británica, el acceso al Fas, el fondo de asistencia sanitaria. Este es el organismo que garantiza la asistencia sanitaria a todos los empleados de la Santa Sede, ya sean religiosos o laicos, en servicio o jubilados. Burke, de 75 años, tendría que proporcionarse él mismo cualquier tratamiento y terapia médica. El Catholic Herald también se puso en contacto con el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, sobre esta posibilidad. Pero hasta ahora, el sitio católico británico dice que no ha tenido respuesta.