Ana Arias, alcaldesa del PSOE del municipio leonés de Soto y Amío ha lanzado al pueblo contra el sacerdote que atiende la parroquia por un hecho surrealista.
La falta de formación apoyada por el avance como una apisonadora de la secularización ha provocado que un pequeño pueblo leonés se lance a por el cura por no permitir que le interrumpan en la homilía durante un funeral.
Según relatan algunos medios de testimonios de los vecinos, el sacerdote habría impedido que dos personas muy cercanas al difunto hiciesen uso de la palabra, a modo de despedida, durante la celebración religiosa. Lo cierto es que quisieron hacer uso de la palabra durante la homilía, momento reservado para el sacerdote.
Los familiares del difunto no toleraron que el sacerdote no les dejase hablar en el momento de la homilía y fue lo que ha desencadenado toda esta campaña contra el cura. A través de Change.org, se inició una campaña para pedir su destitución.
Insultos de la alcaldesa al sacerdote
Ante la polémica, la alcaldesa del PSOE fue a buscar al sacerdote José Riesco para que le explicase su forma de actuar durante la celebración religiosa. El párroco de 80 años trató de hacerle ver que la homilía la predica el sacerdote y «no quería un entierro protestante«.
En declaraciones a medios, la alcaldesa termina definiendo al sacerdote como «un señor muy raro«, además de «soberbio y prepotente» así como “antipático, desagradable y un cretino” que hace que “la gente se aleje de la iglesia”.
Según publica El Mundo, el párroco llegó 30 minutos antes de la hora prevista y al comenzar la homilía dijo la siguiente frase: «Esta es una de las ocasiones en las que uno no querría tener que predicar». Entonces, varias personas se levantaron con la intención de hablar, pero el párroco les indicó que no era el momento para hacerlo, lo que llevó al malentendido aunque al final del funeral la novia del difunto se acercó a un micrófono para transmitir unas palabras mientras el párroco permaneció junto al altar sin impedir su intervención.
Pese a todo ello, varios vecinos de La Magdalena, perteneciente al término municipal de Soto y Amío, se concentraron este martes ante la iglesia de la localidad leonesa para pedir la expulsión de su párroco, José Riesco.
La alcaldesa socialista de Soto y Amío ha solicitado una reunión con el obispo de León, Luis Ángel de las Heras, para exponerle la situación real frente a “las mentiras del párroco”.
A pesar de toda esta campaña contra el sacerdote liderada por la alcaldesa del PSOE, el obispo de León, Luis Ángel de las Heras, trasladó su “plena confianza” en el trabajo del párroco de la localidad de La Magdalena, José Riesco, y aseguró que no va a haber medidas disciplinarias tras lo sucedido el pasado miércoles en el funeral de un joven de 24 años fallecido en un accidente de tráfico.
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