El Papa a Melania: «¿Le da de comer potizza?»

El Papa a Melania: «¿Le da de comer potizza?»

En su saludo a la Primera Dama de los Estados Unidos, el Papa Francisco ha hecho referencia a un dulce tradicional de Eslovenia, país de origen de Melania Trump.

Tras una audiencia que ha durado casi media hora, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado al Papa Francisco: «No olvidaré sus palabras».

Tampoco olvidará el encuentro una emocionada Melania Trump, a quien el Papa Francisco arrancó una sonrisa al preguntarle, señalando a su marido, si le había «dado de comer potizza», un dulce tradicional de Eslovenia, país de origen de la Primera Dama.

En un primer momento pareció que el papa había aludido a la «pizza» italiana, pero después la Casa Blanca especificó que el pontífice se refería a un dulce tradicional en las fiestas eslovenas.

«Sí, delicioso», respondió la Primera Dama, que luego pidió al pontífice que bendijese un rosario que tenía entre sus manos.

Como signo del especial respeto que la Administración Trump tiene a la Santa Sede y al Papa, el hecho de que tanto Melania como Ivanka, la hija mayor de Trump, que fueron descubiertas a Arabia Saudí, han optado ante el Papa por el protocolo más estricto.

También formaron parte de la delegación estadounidense el yerno del presidente, Jared Kushner, además del secretario de Estado, Rex Tillerson; el asesor de seguridad nacional, el teniente general H.R. McMaster, y la portavoz presidencial, Hope Hicks, así como otras ocho personas y una intérprete.

Posteriormente, ha tenido lugar el intercambio de regalos. El Papa Francisco ha regalado a Trump una medalla de la paz y tres de sus documentos: Evangelii Gaudium, Laudato Si y Amoris Laetitia.

El presidente de Estados Unidos entregó a Francisco una colección de los libros de Martin Luther King. «Pienso que los disfrutará», le dijo. Al recibir las dos encíclicas del pontífice y la exhortación apostólica, así como el último mensaje de la Jornada de la paz, escrito por Francisco, Trump le aseguró: «Los leeremos».

El regalo más simbólico fue el medallón de bronce que representa un olivo que crece entre una piedra partida. El pontífice explicó a Trump que le gusta regalarlo para que los mandatarios sean «unión para la paz». El presidente estadounidense comentó sobre esas palabras del pontífice: «Necesitamos paz».

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