La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, acaba de anunciar que el próximo 26 de enero van a presentar «el mayor plan de impulso a la natalidad, la familia y la conciliación de España».
Isabel Díaz Ayuso ha recalcado que «durante los próximos 5 años se van a destinar 4.500 millones de euros en ejecutar 80 medidas». El plan incluye la medida ya puesta en marcha desde el pasado 1 de enero de una ayuda de 500 euros al mes por bebé para las madres menores de 30 años con una renta no superior a los 30.000 euros. Además, Ayuso ha asegurado que «habrá ampliación de deducciones de hasta 2.100 euros en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas por nacimiento o adopción de hijos a lo largo de tres años y, también, de la tarifa plana para las mujeres autónomas que se reincorporan a su actividad tras la maternidad».
? La presidenta @IdiazAyuso ha anunciado el mayor plan de impulso a la natalidad, la familia y la conciliación de España.
?? Incluye el Plan de Fertilidad en Red: amplía la edad de la solicitante hasta los 45 años y permite acceder con un hijo.
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— Comunidad de Madrid (@ComunidadMadrid) January 10, 2022
Plan de Fertilidad en Red
La presidenta madrileña ha destacado que «una de las partes más ambiciosas de este Plan tiene que ver con la intención del Gobierno regional de ayudar a las familias en el costoso acceso a la reproducción asistida”. Por eso, Ayuso ha comunicado que va a «activar el Plan de Fertilidad en Red, que, entre otras cosas, permitirá a cada persona elegir el centro entre los siete disponibles en la actualidad, con una única lista de espera compartida entre todos ellos».
De igual modo, se pretende incrementar el límite de edad de la mujer solicitante hasta los 45 años y, otra novedad, es que podrán acceder a los tratamientos aquellas que ya tienen un hijo. También se ampliarán a cuatro los intentos completos por mujer, se crearán dos unidades de reproducción asistida nuevas y se reactivarán las existentes. La presidenta autonómica ha detallado que igualmente arrancará el Banco Madrileño de Ovocitos.
¿Qué dice la Iglesia sobre la reproducción asistida?
La Iglesia ya fijó su postura sobre estas técnicas de reproducción en el año 2004 a través del comunicado final de la X Asamblea General de la Academia Pontifica para la Vida bajo el título «La dignidad de la procreación humana y las tecnologías reproductivas. Aspectos antropológicos y éticos».
“Entre esas circunstancias, queremos recordar sobre todo el enorme número de embriones humanos que se pierden o que son destruidos a consecuencia de estos procedimientos, y que constituye una verdadera ‘matanza de inocentes’ de nuestro tiempo: ninguna guerra o catástrofe ha causado nunca tantas víctimas. A su lado, están también los embriones que, por razones diversas, terminan por ser crioconservados; cuando son abandonados por quienes los han encargado ‘quedan expuestos a una suerte absurda, sin posibilidad de ofrecerles vías de supervivencia seguras y alcanzables lícitamente», afirma la Academia Pontificia.
De igual modo, se muestra tajante la posición de la Iglesia en dicho documento sobre la moralidad de como traer vida al mundo. «Esta dignidad inalienable de persona, que pertenece a todo ser humano desde el primer momento de su existencia, exige que su origen sea consecuencia directa de un gesto humano y personal adecuado: solamente el recíproco don de amor esponsal de un varón y una mujer, expresado y realizado en el acto conyugal, en el respeto de la unidad inseparable de sus significados unitivo y procreador, representa el contexto digno para el surgir de una nueva vida humana» sentencia el organismo vaticano.
Además, la propia Academia lanza un mensaje a aquellos parlamentarios que se declaran católicos: «Nos declaramos en plena sintonía con la norma moral general, afirmada por la doctrina católica, según la cual una ley intrínsecamente injusta, que viola abiertamente la dignidad de la vida humana -como es el caso, por ejemplo, de la legalización del aborto o de la eutanasia-, debe encontrar en los creyentes una oposición firme mediante el recurso a la objeción de conciencia. Para un católico nunca es lícito «ni participar en una campaña de opinión a favor de una ley así, ni darle el sufragio del propio voto».