
Porque las introduce. No puedo juzgar si consciente o inconscientemente, él lo sabrá, pero ahí están. Cosa que a mí me deja descolocado porque uno pensaba que el Papa era la roca firme sobre la que asentar nuestro criterio y no arenas movedizas que nos dejan sin criterio seguro. Porque insinúa, parece decir, apunta, sugiere… sin que sepamos, de momento, claramente qué. Aunque tal vez, y digo tal vez, parezca inclinarse por lo contario a lo que siempre enseñó la Iglesia. Según piensan algunos. Es posible que equivocadamente.
Sandro Magister no es un Padre de la Iglesia pero sí un vaticanista informado y que sabe de lo que habla. Lo hace. además, con mesura y con respeto. Aunque con discrepancias evidentes. Yo también las tengo. De ahí mi respeto y que le traiga con frecuencia al Blog. Hoy le da un zasca en todos los morros a Buttiglione, quién le ha visto y quién le ve, y creo que con toda razón.
Estamos en días confusísimos en los que todo parece caber y uno piensa que en la Iglesia no cabe todo. Lo tremendo es que esa confusión deriva, o parece derivar, del Santo Padre. Con lo que la confusión alcanza límites insoportables. Magister los señala y eso me parece un notable servicio a la Iglesia. Aunque evidentemente lo que diga no es regla de fe. Si hay dudas, fundadas o no, sobre el Papa, no vamos a erigir como criterio de fe las opiniones de ese laico. Pero consideración, sí merecen.
http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1351349?sp=y (en castellano).
Otros le superan ciertamente en el tono y los argumentos, os dejo una muestra de ellos en un artículo de Wanderer del que no pretendo decir otra cosa que existe y que alguna base tiene. Con todas las correcciones que se quieran. De fondo y de forma. Creo que es bueno que mis lectores sepan que eso está ahí. Y que saquen las conclusiones que a su eclesialidad les parezca:
http://caminante-wanderer.blogspot.com.es/2016/08/en-modo-avion.html
Creo que con el Papa soy siempre respetuoso aunque evidentemente no sea siempre entusiasta. Francisco es el Papa que me ha tocado hoy. Mi Papa de hoy. Y ya he conocido muchos: Pío XII, Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. Naturalmente tengo mis preferencias pero eso es cosa mía. Lo que nunca me había ocurrido hasta hoy es que en cosas esenciales no supiera bien a qué atenerme. O lo más complicado, que supiera bien a qué atenerme.
Pues, como no puedo hacer otra cosa, salvo expresar mis perplejidades, me refugiaré en pedir a Dios un Papa Roca porque las arenas movedizas me parecen peligrosísimas.
