Una nueva controversia sacude a la Iglesia en Alemania. El obispo Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, ha salido en defensa de la jurista Frauke Brosius-Gersdorf —conocida por su postura abiertamente favorable al aborto—, afirmando que la actual legislación alemana sobre esta práctica representa un «equilibrio inteligente».
Una candidatura que encendió las alarmas
El episodio comenzó con la propuesta de nombrar a Brosius-Gersdorf como jueza del Tribunal Constitucional. Jurista alineada con el Partido Socialdemócrata (SPD), es reconocida por su respaldo a la despenalización del aborto incluso más allá de los límites actualmente permitidos por la ley alemana. En 2024, escribió que “la suposición de que la dignidad humana existe donde hay vida humana es un error biológico y naturalista”, posicionándose en contra del principio que reconoce la dignidad desde la concepción.
Sus opiniones no solo provocaron rechazo en sectores conservadores y pro-vida, sino también entre miembros del clero y figuras judiciales. Obispos como Rudolf Voderholzer (Ratisbona), Stefan Oster (Passau) y, inicialmente, Herwig Gössl (Bamberg) alzaron su voz en contra del nombramiento. Sin embargo, Gössl se retractó posteriormente tras dialogar con la propia candidata.
Finalmente, la candidatura de Brosius-Gersdorf fue retirada ante la presión pública y las críticas crecientes.
El respaldo del presidente de los obispos
En medio de la controversia, el obispo Bätzing rompió el silencio en una entrevista con el diario Augsburger Allgemeine. Lejos de criticar a la jurista, lamentó el “daño” que sufrió a raíz del debate, y elogió la ley que permite el aborto en determinadas condiciones como una solución de “equilibrio inteligente” entre los derechos de la madre y la protección del no nacido.
El prelado también rechazó alinearse con los obispos críticos, alegando que no quería «dar una plataforma a la AfD» —partido político de derecha al que Brosius-Gersdorf se ha opuesto abiertamente— ni contribuir a “la división” en el país. A su juicio, el asunto se ha transformado en una “guerra cultural” de la que, dijo, «demasiadas personas se están beneficiando».
Una crisis doctrinal que se profundiza
Las declaraciones de Bätzing han generado preocupación dentro y fuera de Alemania. Para muchos fieles, resulta alarmante que el presidente de los obispos califique de “inteligente” una ley que permite el aborto hasta la semana 12 de gestación, en contraposición con la doctrina católica que defiende la vida desde la concepción.
El episodio refuerza las tensiones doctrinales que atraviesa la Iglesia en Alemania, especialmente tras los debates del controvertido Camino Sinodal, promovido por el propio Bätzing. Para muchos observadores, estos posicionamientos no solo ponen en entredicho la fidelidad al Magisterio, sino que ahondan en una deriva eclesial que amenaza con desembocar en cisma o incluso en herejía.
Por ahora, los ecos del debate continúan, mientras la Iglesia alemana sigue enfrentando una crisis de identidad que, según algunos, podría tener consecuencias irreversibles.
