Declaraciones de García Magán, secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española: «No hay un partido político que sea el partido de la Iglesia. Segundo. Ningún partido político agota el Evangelio, ni la doctrina del Evangelio, ni la doctrina social de la Iglesia. Entonces, puede haber formaciones que están más cercanas a esa doctrina del Evangelio y a esa doctrina social de la Iglesia en unos aspectos, y otros están más cercanos a la doctrina social de la Iglesia y al Evangelio en otros aspectos», ha apuntado, añadiendo que los laicos católicos tienen que hacer «un juicio de conciencia» para ver «a qué opción política quieren apoyar».
Señor García Magán, ¿me permite unas pocas cuestiones respecto a la Iglesia y su declaración de neutralidad política? Ahí van:
¿Se puede votar a un partido que plantea el aborto como un derecho?
¿Se puede votar a un partido que penaliza y multa a aquellos profesionales que promueven terapias voluntarias de reversión?
¿Se puede votar a un partido que legaliza la presencia, incluso contra la voluntad de los padres, de los lobby LGTB en las aulas de primaria y secundaria?
¿Se puede votar a partidos políticos que aceptan la fuga de menores de las casas de sus progenitores, y son subvencionados para permanecer en países lejos de sus hogares y de sus familias?
¿Se puede votar a partidos políticos que promueven la islamización de nuestro país, con las consecuencias sociales que tiene la aplicación de su religión y costumbres, respecto a la sumisión de las mujeres y a la penalización de conductas privadas homosexuales?
¿Se puede votar a partidos políticos que aprueban la hormonación o castración de adolescentes y jóvenes, incluso contra la voluntad de sus propios padres?
Julio Ariza
