Los Carmelitas descalzos expulsan de la Orden al cura italiano Giorgio Maria Faré por cismático

Los Carmelitas descalzos expulsan de la Orden al cura italiano Giorgio Maria Faré por cismático

Según el medio italiano Silere Non Possum, ayer lunes 18 de noviembre de 2024, a las 17:00 horas, se notificó la expulsión del sacerdote Giorgio María Faré, como miembro de la Orden de los Carmelitas Descalzos.

La disposición, firmada por el Reverendísimo Padre Miguel Márquez Calle OCD, Superior General de la orden, fue enviada a Roma para su refrendo en la Curia General y posteriormente entregada al interesado, cumpliendo con lo establecido por la normativa canónica.

Faré ha sido acusado de «cisma», un delito definido en el canon 751 del Código de Derecho Canónico como «la negativa de la sumisión al Sumo Pontífice o de la comunión con los miembros de la Iglesia a él súbditos». La acusación se basa en una homilía pronunciada el 13 de octubre de 2024, en la que el sacerdote sostuvo durante casi una hora y media la invalidez de la elección del Papa Francisco, argumentaciones consideradas falsas y carentes de fundamento canónico.

Silere Non Possum señala que las declaraciones del sacerdote son producto de graves distorsiones históricas y carecen de sustento jurídico, destacando además que Giorgio María Faré no posee formación en derecho canónico. En este contexto, se le ha aplicado el canon 1364, que establece que el cismático incurre en excomunión latae sententiae y puede ser castigado con penas adicionales, como la destitución del estado clerical.

El Código de Derecho Canónico también contempla que, tras ser despedido de su Orden, un sacerdote no puede ejercer las órdenes sagradas sin el permiso de un obispo que lo acoja y someta a un período de prueba (canon 701). Sin embargo, en este caso, la posibilidad de reincorporación ha sido descartada debido a las posiciones cismáticas del religioso.

El sacerdote tiene derecho a presentar un recurso ante la autoridad competente en un plazo de treinta días, recurso que tendrá efecto suspensivo conforme al canon 700. No obstante, dada la gravedad del caso, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe podría proceder de oficio a solicitar al Santo Padre la destitución del estado clerical pro bono Ecclesiae, según informa Silere Non Possum.

La situación pone de manifiesto como en estos últimos años de pontificado de Francisco existe un goteo incesante de expulsiones de sacerdotes de la vida clerical por culpa del rumbo que ha tomado la Iglesia en estos últimos años. Es desolador ver como cada vez son más los sacerdotes que ponen en riesgo su vocación por denunciar públicamente determinadas cuestiones que antes del año 2013 serían impensables.

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