El arzobispo de Valencia dice que vivir la sinodalidad «nos libera de las actitudes rupturistas de quienes se sienten los salvadores de la Iglesia»

Enrique Benavent

El Arzobispo de Valencia, Monseñor Enrique Benavent, presidió una eucaristía en Turín ante más de 8.000 personas provenientes de 90 países, pertenecientes a los Equipos de Nuestra Señora (ENS).

Bajo el lema Sinodalidad, un camino de comunión, Monseñor Benavent subrayó la importancia de superar el rigorismo y la rigidez en la vida eclesiástica. «El corazón del Padre no busca condenar, sino que se complace en que sus hijos sean felices», afirmó, destacando la necesidad de buscar ocasiones para mostrar amor en lugar de motivos para condenar, en contraste con los fariseos rigoristas.

El Arzobispo resaltó que vivir en sinodalidad requiere humildad para reconocer que la Iglesia no empieza con nosotros ni ahora, lo cual nos libera del inmovilismo y de las actitudes rupturistas de quienes se creen salvadores de la Iglesia. Subrayó la importancia de aceptar que nadie tiene una solución mágica para todos los problemas de la Iglesia.

Además, Monseñor Benavent destacó la necesidad de superar la autorreferencialidad, recordando las palabras del Papa Francisco sobre la tentación de centrarse en uno mismo. «Ninguno de nosotros es el centro de la Iglesia, ni la Iglesia vive para sí misma», dijo. La sinodalidad, añadió, requiere vivir en la Iglesia de una manera nueva para que esta sea un verdadero instrumento de comunión y un signo de unidad.

Monseñor Benavent también mencionó el Concilio Vaticano II, el cual nos recordó que la Iglesia no cumple su misión si no vive en un mundo reconciliado. Criticó cómo las ideologías a menudo condicionan la convivencia y la interpretación de la fe, tanto en el mundo como en la Iglesia.

En el XIII Encuentro Internacional de Turín, Monseñor Benavent animó a los participantes de los Equipos de Nuestra Señora a dar testimonio de que es posible hacer de sus familias auténticas iglesias domésticas, donde la comunión en el amor y la presencia del Señor fortalezca la unión familiar. Pidió a María, madre de la Iglesia, que lo vivido en estos días dé frutos de vida cristiana.

Un matrimonio valenciano, Alberto Pérez y Mercedes Gómez-Ferrer, son los responsables internacionales del movimiento y estuvieron acompañados por medio centenar de matrimonios valencianos y sacerdotes. Cada seis años se celebra un encuentro internacional para establecer las pautas que guiarán al movimiento en el siguiente sexenio.