El cardenal Cobo celebró este pasado domingo en la catedral de la Almudena la festividad de la cátedra de San Pedro.
Acompañado por el nuncio apostólico en España, Bernardito Auza y los cardenales arzobispos eméritos de Madrid, Rouco Varela y Osoro, el arzobispo de Madrid José Cobo pronunció una homilía cerrando filas bajo la figura del Papa Francisco en estos momentos en donde la Iglesia hace frente a varios díscolos como las monjas de Belorado o el arzobispo Viganó quienes muestran profunda desafección por Francisco.
El cardenal Cobo salió en defensa del Pontífice pero desobedeciéndole en una de sus más recientes indicaciones. Hace un par de semanas, Francisco pidió a los sacerdotes que procuren no hacer homilías que sobrepasen los ocho minutos. La del cardenal Cobo de este pasado domingo se excedió en cuatro minutos de la recomendación del Papa.
Durante la homilía, el arzobispo de Madrid afirmó con rotundidad que «sin Pedro al timón, esta barca no sería la Iglesia». Por eso, ha dicho, «la comunión con el Papa marca la diferencia entre la pluralidad y la dispersión, entre la unidad y la ruptura». «Cuanto más vivimos la comunión afectiva y efectiva con el Sucesor de Pedro, más viviremos la comunión afectiva y efectiva con toda la Iglesia», ha señalado, continuando con su homilía.
Cobo señaló que nos encontramos en un «momento especial de la historia», con «voces de oposición al primado de Pedro» que según él, «esconden la oposición al Concilio Vaticano II o una «dogmatización» de gusto personal por encima de la comunión». Además, Cobo también dejó varios recados para los críticos de Francisco al afirmar que «a quienes pretenden defender las verdades de la Fe y de la Tradición de la Iglesia cuestionando el Magisterio del Papa, bien les podemos proponer confrontarse y saber que cuanto más nos apartemos de la comunión afectiva y efectiva con el Sucesor de Pedro más nos alejaremos y nos apartaremos de la comunión con toda la Iglesia»
Además, también alertó sobre las «ideologías mundanas» o «grupos sectarios» que, «separándonos del Cuerpo nos separaran de Cristo, la Cabeza de la Iglesia».
Por eso, «mirar hoy a Pedro es un acto interior de fidelidad y de honda fe católica». «Sin Pedro nos perderíamos». Y ha asegurado que, desde la Iglesia que camina en Madrid, «ofrecemos nuestra inquebrantable comunión» con el Papa.