El comediante italiano Roberto Benigni se dirigió el domingo en presencia del Papa Francisco a los participantes en la primera Jornada Mundial del Niño organizada por el Vaticano y les dijo: «Entre vosotros puede haber un nuevo Miguel Ángel o un nuevo Galileo (… ) Y entre las chicas tal vez un futuro premio Nobel (…) o incluso un Papa».
Las palabras de un cómico no hay que tomarlas muy en serio. O tal vez sí, sobre todo si se pronuncian en un acto presidido por el Papa y organizado por la Santa Sede, como fue la primera Jornada Mundial del Niño. Después de todo, se trata de un asunto que sobrevuela las polémicas eclesiales de la ‘renovación’ en los últimos meses.
«Quizás haya un Papa entre vosotros, o incluso dos o tres”, explicó al público convocado en el Olímpico, junto al propio Papa. “Aquí todo es posible, en el Vaticano estamos en el Reino de Dios, y en el Reino de Dios todo es posible. (…) Tal vez un africano o un asiático (…) o una niña, una mujer, la primera mujer Papa de la historia, ¡se hablaría de ello incluso en la luna!».
Las palabras de Benigni son especialmente significativas porque parecen un eco inverso de la respuesta del Papa en una entrevista concedida por el pontífice a la cadena norteamericana CBS. Allí también se hablaba del futuro, y de la entrada de las mujeres -”niñas”- en las órdenes sagradas. La periodista preguntaba por la posibilidad de que una niña católica ‘soñara’ con llegar a ser diaconisa ordenada, a lo que el Papa respondió con un “No” inusualmente lacónico y tajante.
Pero Francisco no estará aquí, previsiblemente, cuando esos niños y niñas a las que se dirigía Benigni sean adultos, pero quizá muchos de ellos retengan las palabras de Benigni, junto al Papa, y vuelvan a plantear en el futuro una reivindicación que ni las declaraciones más solemnes parecen eficaces para conjurar definitivamente.