Madrid tiene un cardenal y una cardenala

Madrid tiene un cardenal y una cardenala

Uno de los miembros de la Comunidad de Lanceros ha comentado el mote con el que los sacerdotes de Madrid le han puesto a la teresiana Laura Moreno, la cardenala. En estos meses desde que el cardenal Cobo fuera nombrado, Laura Moreno ha ido ganando tanto peso en la archidiócesis que se ha merecido el apodo de la cardenal.

Laura Moreno es argentina de nacimiento y esta es la razón de esta sobredosis en la archidiócesis. Laura Moreno tiene un amigo en Roma que la llama por teléfono y con el que habla de los asuntos de Madrid y de España. Esto ya lo sabía y lo ha sufrido en sus propias carnes el cardenal emérito Osoro, que por eso la nombró para congraciarse con el amigo romano de la teresiana.  Lo que pasa que al bueno de Osoro le salió rana al final cuando la teresiana se pasó al bando de Cobo y comenzó a hacer campaña por el obispo auxiliar en las conversaciones con su amigo de Roma. Que quién es el amigo romano, ustedes mismos deduzcan, alguien que viste de blanco. 

 La cardenala es delegada de juventud de la archidiócesis de Madrid, directora del Departamento de Información y Comunicación Institución Teresiana, Directora Residencia de Opositoras y posgraduadas León XII y miembro del Consejo de redacción Revista Crítica. Como cobre por todos esos trabajos, apunta un miembro de la Comunidad, se van a forrar las Teresianas.

En una entrevista a Laura Moreno cuando le preguntaron por la mujer en la Iglesia contestó que “las mujeres formamos parte de la Iglesia, si entendemos a la Iglesia en la categoría que tanto usa el papa Francisco, que es pueblo de Dios, seguidoras de Jesucristo. Me parece que el lapsus o falta de consideración de aquellos que se dedicaban a la logística en el Concilio Vaticano II nos sirve de metáfora, porque creo que la mitad, o más de la mitad de la Iglesia que somos las mujeres, continuamos ausentes en algunos espacios, sobre todo en los de reflexión, discernimiento y decisión. Me parece que la mirada y la perspectiva femenina todavía permanece ausente en algunos espacios y es un error. El cambio de paradigma que inició Juan XXIII, continuó Pablo VI, y que el papa Francisco está intentando hacer avanzar, todavía permanece limitado en algunos sectores de la Iglesia como institución”.

No lo dirá por ella ni por lo que manda en la diócesis de Madrid. Si hasta los curas la llaman la cardenala y comentan que es una de las personas que más le están soplando al todopoderoso cardenal Cobo.  

Recuerden que en una entrevista para Trece dijo aquello que “la agenda 2030 es la agenda de los jóvenes cristianos” y que hubo “una gran intuición en don Carlos en este aspecto, y que el sínodo de los jóvenes celebrado en octubre «confirmó esta propuesta”. Dice que precisamente ese sínodo “es nuestra carta programática”, y que dicho sínodo “viene a decir que la Iglesia tiene que vivir una profunda renovación”.

Diego Lanzas

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