Joseph Strickland, recién cesado por el Papa Francisco como obispo de la diócesis de Tyler, se encontraba en Baltimore para asistir a la Asamblea de otoño de los obispos de Estados Unidos.
El Papa Francisco le quitó de su cargo en una decisión insólita tras negarse el obispo previamente a dimitir. Las prisas por tomar una decisión rápida tenía como trasfondo que Strickland no llegara a participar en esta Asamblea de obispos.
A pesar de ello, el ahora obispo emérito de Tyler acudió con unas pocas docenas de personas afuera del hotel donde la reunión tenía lugar para rezar el Rosario.
“Pensé que como estaba en la ciudad y no tenía que ir a la reunión, simplemente vendría aquí y oraría”, explicó Mons. Strickland a CNA —agencia en inglés de EWTN— en una breve entrevista.
En unas breves declaraciones fuera del hotel, Mons. Strickland afirmó que el Nuncio Apostólico en Estados Unidos, el cardenal Christophe Pierre, le pidió que no participara. El representante vaticano, quien se dirigió a los obispos el martes por la mañana, rechazó ese día la solicitud de CNA para ser entrevistado.
El Obispo Emérito de Tyler indicó que de todos modos se presentó en el exterior del hotel porque “ya tenía planes de estar aquí”. También aseguró a CNA que se había comprometido a rezar un Rosario fuera de la reunión de la USCCB y que es algo que ha llevado a cabo en los últimos años.
Mons. Strickland dirigió el Rosario de rodillas. Un hombre que también rezaba arrodillado sostenía un cartel en el que se leía: “Amamos al Obispo Strickland”.
“Hoy es un día para vivir más plenamente al Señor. Y eso es lo que estamos llamados a hacer. Y eso es en lo que animaría a los obispos a seguir centrándose. Todos los días, cuando me despierto, tengo que recordar: ¿de qué se trata esto? Se trata de seguir a Jesucristo”, dijo el Prelado a CNA.
“Y hoy es un nuevo día para seguirlo con alegría y esperanza. Su luz es tan brillante como siempre. Todos debemos recordar eso, y especialmente mis hermanos obispos”, añadió.
Por ahora, el silencio del episcopado estadounidense es prácticamente unánime. Solo el cardenal DiNardo emitió una nota para explicar lo sucedido al ser la diócesis de Tyler sufragánea de la de Houston.
Tan solo el arzobispo de San Francisco, monseñor Salvatore Cordileone, ha tenido unas palabras para Strickland. A través de un mensaje publicado en su cuenta de X/Twitter, Cordileona ha compartido una foto del purgado obispo acompañado de este mensaje: «El obispo Strickland nos pidió orar por el Papa Francisco. Hagamos eso y oremos también por el obispo Strickland».