Paul Gallagher, arzobispo encargado de las relaciones exteriores del Vaticano, defiende la actitud del Papa con respecto a la guerra en Ucrania, que ha decepcionado a muchos ucranianos, contraponiéndola a un “pacifismo vacío”.
En la presentación de un libro en Roma, Gallagher dijo que no se puede ignorar que «la reacción de los ucranianos a la postura del Papa Francisco refleja una profunda decepción», y así lo han expresado las autoridades políticas y eclesiásticas del país hasta ahora mismo. Pero es un error ver en las palabras y los gestos del Papa un «pacifismo vacío» o «teatro piadoso», lo que no se corresponde con la visión e intenciones del Papa. «Se niega a aceptar la guerra y es un obstinado creyente en la paz, invitando a todos a ser creativos y valientes en la construcción de la paz».
El portal Vatican News, dependiente de la Secretaría de Estado del Vaticano, informó este jueves ampliamente sobre las palabras de Gallagher, quien criticó que la actitud profética de Francisco, en lugar de apreciarse, haya sido condenada. Tampoco se aprecia el hecho de que el embajador del Vaticano, a pesar de la guerra, haya permanecido en la capital ucraniana, Kiev, hasta el día de hoy, mientras que otras misiones diplomáticas se han trasladado al oeste de Ucrania.
Por último Gallagher pidió un cambio de mentalidad, ahora que, desgraciadamente, todavía domina la «lógica de la guerra», tanto en lo que respecta al final del conflicto como en relación con la defensa justificada. No debe prevalecer la idea de que no hay lugar para el diálogo creativo y la diplomacia, y que hay que conciliar la continuación de terribles batallas con la muerte y la destrucción.