El cardenal Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo y relator general de la próxima asamblea general del Sínodo de los obispos, explica a los medios vaticanos en una entrevista «el valor del Instrumentum laboris» presentado este 20 de junio.
Hollerich, peso pesado dentro de la Curia vaticana, asegura en la entrevista con Vaticasn News que “el lenguaje es el del pueblo. No somos responsables de hacer teología. La teología es necesaria y necesitamos muchas teologías – lo digo en plural – sinodales. Pero no es tarea nuestra, es tarea de las universidades, de los seminarios, de los teólogos”.
«Queríamos hacer un texto con preguntas para la reflexión, reflexión que debe formar parte de esa conversación en el Espíritu, de esa escucha del otro, encontrando respuestas en lo que el otro dice», añade el purpurado quien a su vez asegura que no le corresponde a él decidir el resultado del Sínodo «sino a los participantes en el Sínodo de los obispos”.
El cardenal luxemburgués sostiene que la tarea más importante que tiene la próxima Asamblea sinodal es «¿cómo expresar toda la bondad de Jesús, toda la santidad de Jesús, sin abolir la doctrina de la Iglesia?»
Papel de la mujer y abusos
Sobre la cuestión del papel de la mujer dentro de la Iglesia, el cardenal Hollerich ha apoyado en numerosas ocasiones posturas heterodoxas aunque ahora parece recular en parte. “No creo que tengamos que hablar del sacerdocio de las mujeres, sino de la dignidad de las mujeres y de cómo las mujeres pueden participar plenamente en la vida de la Iglesia corresponsable. Porque ellas no están para hacer el café al párroco, para esos servicios menores que todo el mundo está llamado a hacer; incluso los párrocos y los cardenales pueden hacer café”, asegura el cardenal.
Respecto al tema de los abusos, afirma que «a veces en la Iglesia más clerical, digamos, la gente no se atreve a enfrentarse a la jerarquía, pero no enfrentarse a la jerarquía significa encubrir el pecado y hacer daño a las víctimas. Las víctimas deben ser siempre la primera preocupación de la Iglesia. En una Iglesia sinodal siempre habrá abusos, desgraciadamente creo que los hay, pero el número será mucho menor porque en una Iglesia sinodal hay cierta transparencia, se ve lo que se hace».