El padre Jesús Silva recuerda que «una persona con tendencias homosexuales no puede ser sacerdote»

El padre Jesús Silva recuerda que «una persona con tendencias homosexuales no puede ser sacerdote»

En la festividad de san Pedro Damián, conocido como el azote de la infiltración LGTB en la Iglesia por denunciar con firmeza las conductas homosexuales del clero de su época, el padre Jesús Silva ha aprovechado para recordar algunas nociones básicas que en las que conviene insistir.

Desde su cuenta de ‘X’, este sacerdote de la archidiócesis de Madrid reivindica la figura de este obispo y doctor de la Iglesia que en el siglo XI denunció «la corrupción en el clero: sodomía y abusos de menores». Papa Silva, el mensaje de san Pedro Damián sigue siendo actual ya que «la crisis del celibato y la homosexualidad en el sacerdocio han causado un daño incalculable a la Iglesia».

Jesús Silva recuerda con suma claridad que «una persona con tendencias homosexuales no puede ser sacerdote» y que esto «no es discriminación, sino coherencia con la enseñanza de la Iglesia y con lo que significa el sacerdocio. Un hombre llamado a ser otro Cristo debe vivir en total fidelidad al celibato».

Además, señala en su reflexión que «el Catecismo dice que la homosexualidad es una tendencia intrínsecamente desordenada. No está en armonía con el plan de Dios. La historia ha demostrado que la homosexualidad en el clero ha generado escándalos, redes de encubrimiento y abuso de poder. No podemos ignorarlo».

En ese sentido, apunta que «no es casualidad que la mayoría de los abusos en la Iglesia sean contra adolescentes varones». También denuncia que «el problema no es solo el abuso, sino la permisividad con la homosexualidad en el clero. No se trata solo de casos aislados, sino de una crisis profunda que debe abordarse».

El padre Jesús Silva es tajante y defiende que «quien no puede vivir la castidad no debe ser ordenado» por lo que «si un sacerdote no es capaz de ser fiel al celibato, debe tomar una decisión: o se convierte, o deja el ministerio. La doble vida destruye la credibilidad de la Iglesia y es una traición a su misión».

«San Pedro Damián ya decía que los superiores que no castigan estas conductas son cómplices del pecado. No se puede proteger a quienes destruyen la Iglesia desde dentro. La falta de firmeza ha llevado a un escándalo que aleja a los fieles y deshonra el sacerdocio», remarca este sacerdote madrileño.

Por ello, este sacerdote muy activo en redes sociales hace hincapié en que «la Iglesia no necesita sacerdotes con doble vida. No necesita clérigos corruptos ni encubridores. Solo necesita sacerdotes santos, que vivan el celibato con fidelidad y sean testigos auténticos de Cristo en un mundo que necesita su luz».

«Que san Pedro Damián interceda por la Iglesia. Que nos ayude a recuperar la pureza, la coherencia y la santidad en el sacerdocio. Solo así podremos ser fieles a Cristo y restaurar la confianza de los fieles en la Iglesia», concluye la reflexión de Jesús Silva.

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