El cardenal arzobispo de Madrid ha tardado en pronunciarse pero finalmente lo ha hecho en la Misa de este pasado domingo 5 de enero durante la celebración del segundo domingo de la Natividad del Señor.
El silencio del cardenal Cobo, ante la polémica de la blasfemia vista en las campanadas de TVE por parte de la «cómica» Lalachús al mostrar una estampa de la vaca del Grand Prix simulando ser el Sagrado Corazón de Jesús, estaba siendo ensordecedor estos días.
Pero finalmente, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española se ha unido a esos pocos obispos españoles como Argüello, Sanz Montes, Saiz Meneses, Prado Ayudo, Elizalde o Demetrio Fernández que se han dignado a abrir la boca para denunciar esta burla y ofensa contra los cristianos.
En la homilía de la misa del domingo, el cardenal Cobo señalaba que hemos iniciado el año 2025 «con alguna tachadura que sabe a polarización y ridiculización más o menos consciente de la iconografía católica en la televisión pública en este último año que despedíamos».
El arzobispo de Madrid afirmaba que «nuestra sociedad tiene una identidad uniforme con tradiciones, credos y sentimientos que han de ser tenidos en cuenta, conocidos y valorados». Además, el purpurado madrileño insistía en que «en una sociedad plural el respeto a las identidades, las creencias, las imágenes de la fe y por supuesto los rasgos físicos de las personas deben de estar por encima de la ideología o de la trivialización «.
El cardenal de Madrid ha vuelto a hablar de aprender a gestionar la diversidad «en clave de respeto» e insistía pedir que aprendamos a vivir en «la diversidad sin desacreditarnos ni desacreditar la religión ni las imágenes que forman parte de la vida religiosa del pueblo y que deben caer fuera del terreno de la burla si de verdad queremos construir una sociedad respetuosa tolerante y asentada en valores».
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