La FSSXP denuncia que «a través de la sinodalidad, asistimos a la inversión total de la estructura misma de la Iglesia»

La FSSXP denuncia que «a través de la sinodalidad, asistimos a la inversión total de la estructura misma de la Iglesia»

La Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX) ha publicado un mensaje oficial con motivo del 50º aniversario de la Declaración del 21 de noviembre de 1974.

En el comunicado, el Superior General de la FSSPX y sus Asistentes destacan la importancia de las dos ideas centrales que articulan la declaración: la naturaleza doctrinal de su misión y su propósito de servir a la Iglesia Católica Romana. Según subrayan, la declaración representa una respuesta firme frente a las reformas derivadas del Concilio Vaticano II, calificadas como «envenenadas» y originadas en el liberalismo y el modernismo. “La única actitud de fidelidad a la Iglesia y a la doctrina católica […] es un rechazo categórico a aceptar esta Reforma”, señala el texto original, recordado en el mensaje.

El mensaje reafirma que, a lo largo de estas cinco décadas, los eventos han confirmado la validez del análisis de Lefebvre sobre las reformas conciliares. Según los superiores de la FSSPX, cualquier intento de reconciliar la Tradición con las reformas del Vaticano II ha fracasado. Además, denuncian un aumento en el rechazo hacia la Misa Tridentina y hacia la Tradición católica en general, lo que consideran una prueba de la incompatibilidad entre dos doctrinas y formas de culto divergentes.

En este contexto, la Fraternidad señala que la sinodalidad ha intensificado los problemas, representando una «inversión total de la estructura misma de la Iglesia». El comunicado advierte que la transmisión de las verdades divinas ha sido reemplazada por un sistema “elaborado por el hombre, en el que ya no tiene cabida Dios mismo”. Esta situación es descrita como una “inversión diabólica del Evangelio”.

Restaurar la Tradición como misión

Ante lo que califican como una “demolición de la Iglesia”, la FSSPX reafirma su compromiso de continuar la lucha doctrinal y trabajar por la restauración de todas las cosas en Cristo, siguiendo el ejemplo de su fundador. Este esfuerzo incluye la promoción del sacerdocio católico, la defensa del Santo Sacrificio de la Misa y la recuperación de la vida católica auténtica, basada en la verdad y marcada por el espíritu de la Cruz.

El comunicado recuerda las palabras de Hebreos 13:8-9: “Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y por los siglos. No os dejéis llevar por doctrinas diversas y extrañas”. Con este mensaje, la FSSPX reafirma su compromiso con la Tradición, que consideran inseparable de la misión de la Iglesia Católica.

El texto subraya el carácter desinteresado de su misión, que no busca la supervivencia de la Fraternidad como institución, sino el bien de la Iglesia universal. Según los superiores, la FSSPX responde con «libertad y fuerza únicas» a las necesidades de una época marcada por una profunda crisis eclesial.

“Sin espíritu de rebeldía, amargura o resentimiento, continuamos nuestra obra de formación de sacerdotes, guiados por el Magisterio eterno”, reafirman en el comunicado. Asimismo, expresan su confianza en el triunfo de la Tradición y en el cumplimiento de la promesa de Cristo de que “las puertas del infierno nunca prevalecerán” contra la Iglesia.

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