La Universidad de Navarra promociona campaña de la Fundación Gates y el Rotary

La Universidad de Navarra promociona campaña de la Fundación Gates y el Rotary

La Universidad de Navarra, una institución propiedad del Opus Dei, ha llenado su campus con un mensaje que ha dejado a muchos estudiantes y profesores con más preguntas que respuestas.

Carteles que promueven la donación del precio de un café para «salvar una vida» mediante la financiación de vacunas contra la polio han aparecido por doquier, portando en su diseño los logos de la Fundación Bill y Melinda Gates y Rotary International. La campaña, enmarcada dentro de la Semana Mundial para la Erradicación de la Polio, no ha pasado desapercibida y ha generado un revuelo considerable.

El desconcierto se palpa en los pasillos y aulas. «¿Qué hace la Universidad promoviendo esta campaña?», se pregunta más de un alumno. La colaboración con la Fundación Gates, una organización que ha sido acusada de servir de ariete para políticas antinatalistas, neomalthusianas y de promoción del aborto, despierta fuertes críticas en sectores del alumnado y personal de la Universidad. La contradicción parece flagrante: una institución que, en teoría, debe defender la vida y la familia según la moral católica, se alía con quienes han sido señalados por minar esos mismos principios.

Y por si esto no fuera suficiente, entra en escena Rotary International. Para algunos, un club de beneficencia; para otros, una vía de entrada a la masonería. La sorpresa inicial de muchos se ha transformado en desconcierto y, en algunos casos, indignación. «No entiendo por qué nos metemos en estas cosas», comenta un estudiante, mientras otro reflexiona en voz alta sobre la coherencia de los valores que la Universidad debería representar.

El sello de Tantaka, el servicio de voluntariado de la Universidad, tampoco ayuda a calmar las aguas. Su alineación pública con los objetivos de la Agenda 2030 añade una nueva capa de complejidad a este panorama. La iniciativa solidaria, que podría haber tenido un eco positivo en otro contexto, se ha convertido en un motivo de debate sobre la dirección ideológica de la Universidad y su coherencia con el mensaje que debería transmitir.

Algunos defienden la causa, alegando que salvar vidas es un fin noble que justifica las alianzas estratégicas. Pero muchos otros ven aquí un terreno resbaladizo, una normalización de posturas y agendas que hace apenas unos años habrían sido impensables en un entorno católico.

En todo caso, nos quedamos con el comentario de un alumno, que hacía una referencia con sorna al conflicto de Torreciudad:
«Pues igual la UNAV no iba a estar peor en manos del Obispo del lugar…»

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